Aunque haya quien piense que las sentadillas son solo un ejercicio más de pierna, sus beneficios van más allál
Ventajas de incorporar sentadillas a tu rutina y cómo hacerlas
Este ejercicio es de los más completos y se puede realizar en cualquier sitio
Es uno de los ejercicios más odiados, pero también de los más efectivos: las sentadillas. Este no puede faltar en ninguna rutina puesto que, además de fortalecer las piernas, activamos gran cantidad de músculos como el cuádriceps, los aductores, los glúteos o el abdomen.
Aunque haya quien piense que las sentadillas son solo un ejercicio más de piernas, sus beneficios van más allá.
- Hace que mejore la movilidad en la parte inferior del cuerpo
- Tonifica los glúteos
- Fortalece las piernas
- Mejora la circulación
- Ayuda a combatir la celulitis
- Eliminan toxinas del cuerpo
- Hace que se pierda peso
- Fortalece las articulaciones
- Evita lesiones
- Previene la osteoporosis
Por todo ello, incluir las sentadillas en tu entrenamiento es más que recomendable. Además, una de sus ventajas es que se pueden realizar en cualquier sitio y casi en cualquier momento. Lo ideal es dedicarle tiempo, hacerlo con ropa de deporte y, cuando se vaya mejorando, ir añadiendo peso al de tu cuerpo. No obstante, si un día no puedes ir al gimnasio, las puedes realizar en casa y utilizar objetos propios del hogar para lastrarte.
Cómo hacerlas
Es importante seguir una serie de pautas a la hora de realizar este ejercicio, ya que si se hace mal puede tener consecuencias perjudiciales.
La postura tiene que ser recta, con la mirada al frente y los pies a la altura de los hombros y sus puntas mirando ligeramente hacia fuera. A continuación, hay que echar la cadera hacia atrás y flexionar las piernas, pero siempre con la espalda lo más recta posible para evitar cargas en la zona lumbar.
El nivel de bajada tiene que ser progresivo. Si no estás habituado a hacer sentadillas, empieza bajando poco y ve haciéndolo más, ya que cuanto más descendamos más implicaremos los músculos.
A medida que vayamos ganando fuerza convendría ir lastrándose de peso, puesto que el del cuerpo se irá quedando insuficiente. Esto se puede hacer con mancuernas o con una barra sobre los hombros. En caso de elegir esta última opción, lo mejor es llevarla a cabo en una jaula –suelen estar presentes en todos los gimnasios–, ya que así evitaremos lesiones. La barra ha de ir apoyada en el hueco que forman los trapecios.
Con estas indicaciones podrás empezar a realizar correctamente el completo ejercicio de las sentadillas y disfrutar de todas las ventajas que proporcionan.
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