Profesionales microbiólogos en el laboratorio del Hospital Gregorio Marañón

Profesionales microbiólogos en el laboratorio del Hospital Gregorio MarañónHospital Gregorio Marañón

Hipra, la vacuna española que genera más anticuerpos y proporciona menos efectos secundarios

Tras superar todas las fases, ahora será la Agencia Europea del Medicamento la encargada de dar luz verde a lo que podría ser la primera inoculación para combatir ómicron

«Es una vacuna que por el momento se está utilizando como refuerzo para la tercera dosis para las personas que ya tienen otras dos dosis de diferentes». Así es Hipra, la nueva arma española para luchar contra el coronavirus, según la jefa de Microbiología y Enfermedades Infecciosas del Gregorio Marañón, Patricia Muñoz.
Los laboratorios Hipra esperan comercializar el próximo mes de junio la vacuna española contra la covid que elaboran en su sede en Amer (Girona), una vez completen la última fase de estudio, presenten la documentación y reciban la autorización de la Agencia Europea del Medicamento.
La microbióloga ha avanzado a El Debate que la intención de la compañía es mandar toda la información a la Agencia Europea del Medicamento en abril, por lo que tras el aprobado podría estar lista en junio para suministrarse a los pacientes. Una vez que llegue la luz verde de Europa, Hipra entrará en la fase de elaboración industrial de la vacuna, lo que se prolongaría únicamente algo más de dos semanas, después de meses de preparación del primer antígeno español para ganar la batalla a la COVID-19.

Se están reclutando pacientes sanos vacunados con AstraZeneca y que no han pasado el coronavirus

Durante la fase II se estudió la seguridad y también la respuesta inmunitaria para conocer cómo de potente era esa vacuna. «Ahí se vio que era muy segura y que tenía una respuesta muy buena en los pacientes» Tras esto, los científicos decidieron dar paso a la fase III.
Los ensayos ya han terminado, salvo con un grupo de personas: «Lo que se está reclutando son pacientes sanos que se han vacunado dos veces con la vacuna AstraZeneca y que no han pasado el coronavirus. En esta fase estamos tardando más porque hay menos gente con estas características», explica la científica Muñoz.
Hasta día de hoy están trabajando con unos 3.000 voluntarios y ya se ha completado la labor realizada en diferentes hospitales de España con unos 2.500, mientras que, en Portugal e Italia, donde también colaboran con la investigación, no han acabado todavía de suministrar sus dosis.
«Esta vacuna es flexible, ya que podría incluso adaptarse a las nuevas variantes que vayan surgiendo. Contra la variante sudafricana ómicron, que ha sido tan compleja, reduce los niveles de anticuerpos neutralizantes», gracias a esto, la microbióloga cree que «los resultados han animado bastante para su comercialización en todo el mundo, sobre todo en regiones en las que no hay que olvidar que la tasa de vacunación todavía es baja. Además, otra de las ventajas es que no necesita mantenerse a una temperatura tan estricta como las otras», aclara.
La vacuna española de Hipra está basada en dos proteínas recombinantes estructuralmente similares, una correspondiente a la variante alfa y otra a la variante beta, que se unen formando una estructura única llamada dímero y que está acompañada de un adyuvante que incrementa la respuesta inmunológica.
Esta combinación es capaz de generar una respuesta frente a una de las proteínas del virus SARS-CoV-2, conocida como proteína S (de spike, llamada proteína espiga en español).
La vacuna se ha probado en casi todos los grupos de edades. Los únicos ciudadanos sanos que no han recibido ni un solo pinchazo de esta vacuna son los menores de 16 años: «Exactamente lo hemos probado en mayores de 16, entre 16 y 18 años con una previa autorización de su tutor. En los adultos también hemos probado. Las únicas personas con las que no hemos realizado ningún tipo de pruebas son con los niños pequeños», explica Patricia.

No hemos tenido ningún efecto adverso más allá de un leve dolor en el brazoPatricia Muñoz, jefa de Microbiología y Enfermedades Infecciosas del Gregorio Marañón

En algunos casos al inocularnos la vacuna puede aparecer dolor en el brazo, hinchazón, fiebre, malestar general... síntomas comunes que surgen al pincharse una vacuna, pero ¿qué pasa con la española Hipra? «No hemos tenido ningún efecto adverso más allá de un leve dolor en el brazo, todo ha sido muy sorprendente», afirma la jefa de Microbiología y Enfermedades Infecciosas.

Efectos secundarios

La vacuna Hipra es la primera, según los científicos, en mostrar una mayor protección frente a la COVID-19 y tener menos efectos secundarios. Hay datos suficientes que indican que la dosis de refuerzo de la vacuna de Hipra genera más anticuerpos que la de Pfizer. Mientras que con la profilaxis de la estadounidense la cantidad de anticuerpos se multiplicó por 67, con la de Hipra se multiplicó por más de 160.
Aunque otras farmacéuticas les hayan adelantado, Hipra tiene una característica clave en el proceso de creación y efectividad. Comenzaron a crear la vacuna con la variante de Wuhan, al principio de la pandemia, pero se dieron cuenta de que querían ir más allá y hacer las cosas bien, así que decidieron parar y pensar.
«Yo me siento muy orgullosa de nosotros mismos y de la labor que estamos realizando. Comenzamos el proceso en una fase malísima, pero nunca hemos dejado de trabajar, aunque la tasa de positividad ahora sea menor. Además, hay que tener en cuenta que ahora estamos hablando de una vacuna que está siendo muy exitosa. Nosotros en el hospital hicimos lo mismo con métodos diagnósticos en cuanto a empresas españolas, nosotros siempre quisimos colaborar para tratar de reducir la curva», concluye Patricia.
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