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19 de abril de 2024

Un manifestante de los 'chalecos amarillos'

Un manifestante de los 'chalecos amarillos'EFE

Clima

Europa se arriesga al rebrote de los 'chalecos amarillos' por gravar el CO2 de coches y edificios

La Unión Europea sale del Consejo del Medioambiente dividida porque países como España recelan de aplicar esta medida

El Consejo del Medioambiente celebrado este lunes en Bruselas ha dejado de manifiesto que la lucha contra la pandemia y las medidas a tomar no es lo único que a día de hoy divide a la Unión Europea.
Un grupo de países entre los que se encuentra España, junto a Grecia, Polonia, Hungría, República Checa o Estonia, recela de aplicar a partir de 2026 el sistema propuesto por Bruselas por el que coches y edificios, pero también aire acondicionado y transporte marítimo, paguen más por los derechos de emisión de CO2.
Entre un bloque que cree que sería eficaz este gravamen para este tipo de emisiones para 'descarbonizar' la economía y otro que teme un impacto social como el de los «chalecos amarillos», la Unión ha finalizado dicho Consejo sin hacer gala de su nombre.
La UE ha preparado un paquete de medidas como parte de su plan para que se reduzca en 2030 sus emisiones de CO2 en al menos un 55 % respecto a los valores de 1990. «Tenemos que analizar despacio sus impactos», dijo en su intervención la vicepresidenta española y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien considera importante que la ciudadanía note las «oportunidades» de la transición, algo ya «complicado» a tenor de la coyuntura de los precios de la energía, que encarecen la factura eléctrica de hogares y empresas.
Los mencionados derechos de emisión no los pagarían directamente los consumidores, pero lo haría el comercializador de los carburantes o el del gas para las calderas, que después lo trasladaría al precio que pagaría el usuario final. Otra muestra más que no es nada fácil conciliar las posturas medioambientales a cargo del bolsillo del ciudadano.

El plan de Bruselas

Como decíamos, para cumplir con el Reglamento del Parlamento Europeo 2021/1119 que establece la neutralidad climática en el año 2050 y una reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de aquí a 2030 del 55% respecto a los niveles de 1990 (o un 61% respecto a 2005), la Unión Europea había planteado medidas más restrictivas para lograr dichos objetivos.
La Comisión Europea propuso que a partir de 2026 se incorporen al mercado de emisiones de CO2, el transporte por carretera, los edificios (el consumo de gas natural para calefacción y el aire acondicionado) y el transporte marítimo.
A favor de este plan se han posicionado Alemania, Austria, Países Bajos, Suecia, Dinamarca o Finlandia.
Existe un tercer bloque que se ha venido mostrando más ambiguo, entre los que se cuentan Luxemburgo, Bélgica o Italia.

¿A qué se debió la protesta de los 'chalecos amarillos'

Es un movimiento social de protesta (inicialmente centrado en el rechazo generalizado al alza del impuesto sobre el carbono) que se formó en Francia a partir del mes de octubre de 2018 y que acabaría extendiéndose a otros países vecinos como Bélgica, Países Bajos, Alemania, Italia, y en menor medida España. La movilización congregó a ciudadanos, aparentemente sin líder ni portavoz,  para protestar contra el alza en el precio de los combustibles, la injusticia fiscal y la pérdida del poder adquisitivo
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