Puesto de cannabis en Nueva York
Bienvenidos a Nueva York, la ciudad zombi
En España, Unidas Podemos quiere legalizar el consumo de marihuana, por lo que podríamos tener un pequeño Manhattan en nuestro país
Caminar por las calles Nueva York es lo más parecido a una película de terror, y mira que he visto varias, pero ninguna me ha sorprendido tanto. Podríamos decir que es una similitud a la serie The Walking Dead, donde un grupo de supervivientes trata de llegar a sus casas sanos y salvos con la finalidad de huir de un grupo de zombis. Más o menos algo parecido pasa en la ciudad que nunca duerme.
Desde que se legalizó la marihuana en Nueva York ya no hay quien se le resista. El Estado en marzo de 2021 comenzó a permitir el consumo del cannabis con fines recreativos, se convirtió en el decimoquinto estado en dar este salgo que no ha hecho más que perjudicarle, al menos en lo que a turistas se refiere. Sin embargo, la Administración se beneficia, ya que recaudan cerca de 350 millones de dólares anuales en impuestos de una empresa que mueve más de 4.000 millones.
Al salir del aeropuerto JFK, uno de los más famosos a nivel mundial ya se empieza a percibir un ligero aroma, que se va intensificando a medida que uno se ahonda en Manhattan. La legalización de esta sustancia permite a los ciudadanos llevar 85 gramos de cannabis y fumarlo en cualquier lugar, a excepción de interiores, puestos de trabajo, zonas donde hay colegios o en interiores de vehículos, aunque este último no se cumpla en algunos casos.
En el Madision Square Garden, entre la Séptima y Octava avenida para quienes lo conozcan, hay personas sentadas tras unas mesitas de playa vendiendo bolsas pequeñas transparentes con porros ya hechos y listos para consumir. La mayoría de los que venden cannabis no saben ni articular una palabra y se mueven con movimientos lentos y perdiendo el equilibro.
«No solo consumen esa droga, lo que pasa es que el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) al ver no puede hacer nada, como pasaba antes con la marihuana, echan la vista gorda y miran para otro lado», comenta un guardia de seguridad de un prestigioso medio de comunicación neoyorquino.
Siempre se ha dicho que en las grandes ciudades, más que en las pequeñas, tienes que andar con 1.000 ojos antes de cruzar, pero en el caso de la gran manzana desde la legalización de la marihuana es necesario asegurarte de que los coches están parados y hay una larga fila que te afiance que ningún coche puede pasar. Además, al día son cientos las ambulancias que recorren las avenidas para atender a gente que ya no puede moverse en las calles.
En el metro la situación no cambia mucho, no importa la hora a la que lo cojas o la línea que recorras que siempre habrá una persona que ha consumido drogas tirada en el suelo o gritando.
En España, Unidas Podemos quiere legalizar el consumo de marihuana. Y no es el único partido. Lo cierto es que la mayor parte de los socios del Gobierno están por la labor de que España se convierta en la nueva Nueva York, donde da miedo caminar por las calles, entrar al metro y llegas a casa con un aroma un tanto singular en el cerebro.
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