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29 de marzo de 2024

El conseller de Salud de la Generalitat, Josep Maria Argimon

El conseller de Salud de la Generalitat, Josep Maria ArgimonEP

Salud

Cataluña amplía hasta la semana 14 el aborto farmacológico pero obvia los riesgos

Argimon asegura que se trata de un procedimiento «más seguro, que mimetiza el proceso natural del aborto» a pesar de los estudios que alertan de las graves complicaciones

Cataluña quiere dar todavía más facilidades para que las mujeres aborten ampliando hasta la semana 14 la posibilidad de interrumpir el embarazo por la vía farmacológica, un método que entraña graves riesgos para las madres.
Ha sido los consellers de Salud, Josep Maria Argimon, y de Igualdad y Feminismo, Tània Verge, los encargados de anunciar la medida durante unas jornadas de formación para los profesionales sanitarios en interrupción voluntaria del embarazo.
Según Argimon, el nuevo protocolo incorpora nuevas recomendaciones de la pauta analgésica, nuevos procedimientos de «mínima invasión y riesgos», consejos sobre cómo tratar comorbilidades y todo lo relativo al acompañamiento y la información oral y escrita.
El punto más polémico es la ampliación de la semana 9 a la 14 para el aborto farmacológico, con lo que se garantiza «un proceso más seguro, menos invasivo y que mimetiza el proceso natural de aborto», según el Departamento de Salud.
Los especialistas que han participado en esta jornada, celebrada en el Hospital Vall d’Hebron coincidiendo con el Día mundial para el acceso al aborto legal y seguro, han destacado que la vía farmacológica es «especialmente beneficiosa» en determinados casos como las mujeres con obesidad, con malformaciones uterinas o con cirugía cervical previa.

Graves consecuencias

A pesar de el uso de fármacos evita los riesgos de cualquier procedimiento quirúrgico, lo cierto, es que no está exento de complicaciones. Normalmente se administra mifepristona, un medicamento que vuelve hostil el recubrimiento del útero y provoca contracciones que expulsan al embrión.
Sin embargo, este método puede provocar sepsis y grandes pérdidas de sangre que acaban por llevar a las pacientes a pasar por el quirófano.
De hecho, un estudio publicado en Sage Journals alertó que el 60 % de las visitas a urgencias relacionadas con abortos químicos fueron erróneamente categorizados como abortos naturales en el año 2015. Este error de codificación conlleva la prescripción de tratamientos diferentes que también aumentan los riesgos.

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