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19 de abril de 2024

El presidente de Indonesia, Joko Widodo, en una imagen de archivo

El presidente de Indonesia, Joko Widodo, en una imagen de archivoWikimedia Commons/Russian Presidential Executive Office

El país con mayor población musulmana del mundo

Indonesia prohíbe las relaciones extramaritales, la apostasía y los insultos al presidente

Decenas de ONG condenan una reforma que tachan de «antidemocrática»

El sexo extramarital, la apostasía, los insultos al presidente, los amancebamientos y la difusión de ideologías contrarias a la oficial estarán más cerca de la prohibición a partir de ahora en Indonesia. Así lo aprobó este lunes el Parlamento del país asiático a través de una controvertida reforma que inmediatamente fue tachada de «antidemocrática» por decenas de ONG y grupos civiles. El debate generado en torno a estas cuestiones no es nuevo; lleva décadas discutiéndose y ha dado pie a masivas protestas en el país, el de mayor población musulmana del mundo y de tradición liberal.
La implementación, sin embargo, no será inmediata, según recoge la agencia Efe. Tras su aprobación, se abre un periodo de «unos dos años» en el que la reforma podrá ser disputada en el tribunal constitucional del país, según explicó a la agencia Alif Nurwidiastomi, de la Fundación para la Ayuda Legal de Indonesia, quien restó crédito al proceso por «los vínculos» entre dicha corte y el Gobierno y cree que acabará siendo implementada.
De seguir adelante con el texto aprobado, los insultos al presidente estarán castigados con tres años de cárcel y las relaciones extramaritales, con uno. Los cambios afectarán tanto a la población indonesia como a los extranjeros residentes en el país, así como a los turistas que visiten una nación con destinos tan populares como la isla de Bali.
La reforma ha generado protestas desde que se hizo amago de aprobarla en 2019, cuando se paralizó debido a las masivas manifestaciones que se desataron. Ayer, tras la luz verde, decenas de personas volvieron a protestar contra ella frente al Parlamento en Yakarta.
Casi un centenar de ONG, por su parte, denunciaron en un comunicado que su contenido es «antidemocrático» por la supresión de libertades que conlleva, en la que supone la reforma más extensa del código penal desde la independencia de Indonesia de Holanda en 1945. Sus detractores condenan la «islamización» del país de mayoría musulmana, que había dado por superado el periodo oscuro de la dictadura de Suharto (1967-1998).
La reforma incluye por primera vez la consideración de apostasía como un crimen y expande las leyes ya existentes contra la blasfemia, urgiendo a perseguir a quienes expresen opiniones públicas o cometan «actos hostiles» contra las religiones profesadas en Indonesia con hasta cinco años de cárcel. Además, también prohíbe las protestas pacíficas sin permiso previo, castigables con hasta seis meses de cárcel.

Golpe a las libertades

«Lo que estamos presenciando es un golpe significativo al progreso obtenido con mucho esfuerzo en proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales en Indonesia durante más de dos décadas», afirmó en un comunicado hoy el director de AI Indonesia, Usman Hamid.
«No nos llevemos a engaño, la aprobación de este código penal es el principio del desastre absoluto para los derechos humanos en Indonesia», dijo por su parte a Efe Andreas Harsono, portavoz de Human Rights Watch en Indonesia.
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