La vaca Llinde Ariel Jordan, protagonista de la entrega de la Medalla de Plata de Cantabria
La vaca Ariel, protagonista de la Medalla de Plata de Cantabria, castigada cara a la pared en el Parlamento
Campeona de Europa y tres veces considerada la mejor vaca de leche de España, Ariel es «un icono de la escena morfológica frisona»
«Ella es diferente en todos los sentidos, a veces tan tierna, a veces tan fría y distante, otras veces tan impaciente, valiente, un poco dramática, delicada y atrevida. Incluso finge que no le importa nada pero en el fondo le encanta brillar». Así definen sus criadores a Llinde Ariel Jordan, la vaca frisona más premiada de España y Europa.
La res ha sido el centro de atención este viernes durante el acto de entrega de la Medalla de Plata a la ganadería SAT Ceceño por su trabajo. El patio del Parlamento de Cantabria se ha transformado en un establo improvisado donde Ariel permanecía atada y despaldas al público.
«He escuchado decir qué vergüenza meter una vaca en el Parlamento. Pues tiene mucho más derecho que a lo mejor muchos de los que estamos hoy aquí», ha señalado el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, quien ha considerado «de justicia» este reconocimiento porque «la vaca no es solo un animal, sino que representa a un sector, a los ganaderos y a la tradición de Cantabria».
A sus 11 años, Ariel «luce como una vaca joven con una profundidad de ubre que roza lo imposible», prosigue Rosana, la mujer de Agapito Fernández, el criador.
Campeona de Europa y tres veces considerada la mejor vaca de leche de España, Ariel es «un icono de la escena morfológica frisona».
Por su parte, Agapito Fernández ha explicado tras recibir el galardón que «venimos de una granja humilde de la zona de El Tejo; hemos empezado desde pequeños a trabajar y hemos llegado hasta hoy teniendo una granja acorde a las circunstancias de las exigencias de hoy en día para poder ser competitivos».
Reconocido por su labor como empresa familiar y ejemplo de buenos criadores, por su esfuerzo y contribución al prestigio del sector en la región, Fernández ha dicho que hoy día es ganadero por su padre, que le enseñó «una de las profesiones más bonitas que hay».
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