Un grupo de turistas pasea por la Plaza Mayor de Madrid, a finales de julio
Crisis climática
Madrid es la cuarta ciudad del mundo con más muertes por calor extremo, según 'Carbon Brief'
Solo la superan Sao Paulo, Belo Horizonte (Brasil) y Atenas. Barcelona se sitúa en el puesto 20
Una tras otra, las incesantes olas de calor que sacuden la Península ibérica desde antes incluso de la llegada del verano van dejando a su paso cifras desoladoras. Más de 220.000 hectáreas arrasadas por el fuego y marcas récord en el número de días con temperaturas superiores a 40º C son solo algunos de los trazos que componen el retrato de una de las temporadas estivales más calurosas que se recuerdan. Un escenario al que, por si fuera poco, se suma el alto volumen de decesos por los desoladores efectos del calor extremo, que ha situado a Madrid como una de las ciudades más afectadas por este fenómeno a nivel mundial.
Así lo certifica, al menos, un informe elaborado por Carbon Brief, un portal dedicado al estudio de eventos climáticos. La capital española es, según los datos contabilizados hasta el momento, la cuarta urbe que ha sufrido un mayor número de víctimas por las altas temperaturas en lo que va de año. Solo la superan Sao Paulo, Belo Horizonte (también en Brasil) y Atenas. Barcelona, por su parte, se encuentra en el puesto 20 (o 7, en la clasificación europea). Las ciudades europeas y latinoamericanas destacan, en general, como las más golpeadas por el calor en términos letales.
Por el momento, los números disponibles sobre las consecuencias mortíferas de las sucesivas masas de aire cálido que cruzan nuestro país son estimaciones trazadas por el Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Sanidad, que ha cifrado en 2.064 el número de víctimas por el calor en julio.
En un contexto en el que la probabilidad de que Europa sufra una ola de calor se ha incrementado en 100 veces respecto a 1901, los líderes de la ONU se reunirán el próximo 30 de noviembre en Egipto para abordar la crisis climática y con el objetivo primordial de reducir en un 50 % las emisiones de carbono para 2030, una pretensión que hoy por hoy se antoja difícil de imaginar en un escenario como el actual.
Comentarios
