Elon Musk con un logo de Twitter sobre su cara
Redes sociales
Elon Musk humilla a un empleado discapacitado en una conversación absurda
Uno de los diseñadores recurrió a la propia red social para conocer si estaba despedido o seguía en la empresa
Elon Musk retransmite en directo el control que hace sobre Twitter. Una selva que pretende dirigir, pero que no le da más que problemas.
En este caso, es el propio Musk el que se ha pasado de frenada en la confrontación con uno de los empleados de la red social de manera pública.
Halli Thorleifsson es algo más que un trabajador de Twitter desde 2020, cuando la red social compró su empresa. Además, es un importante filántropo y en 2022 fue nobrado Persona del Año en Islandia por su proyecto para la mejora de la accesibilidad en espacios público a personas en silla de ruedas.
Precisamente fue este el problema de Musk a la hora de responder a Thorleifsson cuando preguntó públicamente si seguía en la empresa porque desde recursos humanos no contestaban a sus mails.
Musk contestó. Quiso saber qué trabajo había desempeñado y le dio permiso para contarlo en Twitter ya que había un problema de confidencialidad.
El nuevo dueño de Twitter contestó asegurando que llevaban cuatro meses sin contratar a nadie en puestos de diseño.
La conversación se empezó a complicar y Musk acabó por borrar algunos tuits que Thorleifsson había publicado como capturas de pantalla y quiso dar su versión del problema.
El desacertado comentario fue decir que Halli Thorleifsson «alegó como excusa que tenía una discapacidad que le impedía escribir a máquina, pero al mismo tiempo estaba tuiteando. No puedo decir que le tenga mucho respeto por eso».
En ese momento el sudafricano firmó su sentencia. La red social arremetió contra él por no conocer la situación de su empleado.
Thorleifsson padece distrofia muscular y lleva en silla de ruedas desde los 25 años. «Han pasado 20 años desde entonces. En este tiempo el resto de mi cuerpo también me ha estado fallando. Necesito ayuda para entrar y salir de la cama y usar el baño». Y añade que también perdió fuerza en sus brazos lo que le impide estar muchas horas delante de un ordenador.
Musk acabó concertando una videollamada con Thorleifsson para corroborar el estado de este y tuvo que pedir disculpas por malinterpretar la situación a la vez que aseguraba que considera «mantenerle en Twitter».
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