Aeropuerto de Santiago de Compostela

Aeropuerto de Santiago de CompostelaEuropa Press

Más de 20 vuelos cancelados en Santiago por la sobrecarga del cierre del aeropuerto de Vigo

Se convocaron dos jornadas de huelga para denunciar la sobrecarga de trabajo, que se agravó con el cierre de Peinador

La huelga del personal de tierra de Iberia en el aeropuerto internacional de Lavacolla – Rosalía de Castro de Santiago de Compostela está teniendo una fuerte incidencia en la actividad de la terminal, con cancelaciones y retrasos. Ya son más de una veintena de los vuelos cancelados, tanto de salida como de llegada.
En la primera jornada de huelga, de las dos convocadas por la sección sindical de UGT, para denunciar la sobrecarga de trabajo del personal, fueron cancelados un total de trece vuelos, cuatro de ellos correspondientes a las conexiones de ida y vuelta de Iberia entre Santiago y Madrid, otros cuatro de Air Europa también entre las mismas terminales, y cuatro más de Vueling entre Santiago y Barcelona.
También resultó afectada una conexión de Air Nostrum con Bilbao, ya que el avión tuvo que volar vacío desde la capital vizcaína para recoger el pasaje en el Rosalía de Castro y despegar en vuelo de vuelta.

Reclamaciones de los trabajadores

Los trabajadores reclaman el refuerzo de la plantilla para adecuarla al aumento de la carga de trabajo que vienen soportando desde hace tiempo y que se ha disparado desde que, el pasado día 6, el aeropuerto de Santiago tuvo que asumir gran parte de las operaciones del de Vigo, al cerrar este debido a las obras en su pista de aterrizaje.
Si se cumplen los plazos, el cierre se mantendrá hasta el 30 de este mes. Desde UGT aseguran que de mantenerse esta situación se endurecerán las medidas de presión, probablemente con una huelga más prolongada.
El sindicato denuncia las condiciones precarias que están sufriendo los trabajadores de Ibera en Santiago quienes, los del servicio de asistencia en tierra, realizan turnos que pueden ir desde las 05:00 horas de la mañana hasta las 18:00 horas de la tarde. Unas jornadas laborales que «dificultan seriamente la conciliación de la vida laboral y personal».
Además, el sindicato alude que estas condiciones pueden dan lugar a «riesgos muy serios» que pueden afectar a la salud de los 104 trabajadores fijos y los ocho eventuales con consecuencias tanto «físicas como psicológicas». Según UGT, la práctica totalidad de la plantilla no incluida en servicios mínimos secundó la huelga.
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