Desde la Generalitat prevén abarcar las 4 unidades del Transporte Metropolitano antes de 2027. Fuente: ATM
Mobilidad
Cobrar por quilómetros: el nuevo sistema tarifario que Barcelona quiere implementar antes de 2027
El Ayuntamiento prepara la entrada de novedades en la T-Mobilitat, como el cobro por distancia recorrida y la unificación tarifaria de toda Cataluña entre 2025 y 2027
La T-Mobilitat, un sistema de pago contactless, traerá cambios a partir de 2025 en la forma de pagar y el coste de los viajes: se cobrará por kilómetro recorrido.
Oriol Martori, director general de Transports i Mobilitat de la Generalitat, anunció durante la Jornada Catalana de la Mobilitat, organizada por l’Associació de Municips per la Mobilitat i el Transport Urbà (AMTU), las principales novedades de la T-Mobilitat, que se espera que se empiecen a implementar a partir del 2025, y entre las que se encuentra la eliminación de tarifas por zonas.
Este cambio introducirá el cobro por kilómetros recorridos, que se prevé que esté implementado antes de 2027. Para ello, antes debe estar terminada la integración tarifaria, que se extenderá a todo el territorio catalán, abarcando las cuatro Autoridades del Transporte Metropolitano (ATM). Así pues, la T-Mobilitat salta de Barcelona a toda Cataluña.
Actualmente, los usuarios del transporte público que llegan desde fuera de la propia ciudad de Barcelona tienen que pagar más.
Además, la T-Mobilitat permitirá aplicar las tarifas sociales en función del perfil del viajero, y también se podrán aplicar precios rebajados a los usuarios más recurrentes. Del mismo modo, la Administración podrá crear «ámbitos de tarifa plana con una sola validación».
El objetivo, según explican desde las cuatro autoridades del transporte metropolitano de las provincias catalanas es girar hacia un sistema único para todos los desplazamientos en Cataluña, integrando las tarifas en todos los desplazamientos y bajo la T-Mobilitat, que servirá para fuera de Barcelona. Esto es, también en las provincias de Lérida, Tarragona y Gerona.
Una operación más costosa de lo esperado
Este paso es esencial, ya que permitirá después calcular mejor la distancia recorrida y abaratar el precio del transporte público, con un ahorro hasta el 80% para algunos grupos de usuarios, según Martori. Para llevar a cabo estas modificaciones se instalarán -ya sé está en ello- nuevas máquinas y sistemas de gestión de datos para un cálculo óptimo en tiempo real de las tarifas.
Cada estación debe disponer de los sistemas correspondientes con el chip RFID para que funcione el contactless. Este chip también permite establecer cuándo y dónde se ha subido cada usuario. Están casi implementados casi todos los de origen, pero falta colocar los de llegada, que se están licitando, necesarios para que el sistema sepa cuándo se entra, cuándo se sale o el tiempo empleado en los intercambios.
Una información esencial para tomar decisiones futuras en base a la experiencia acumulada y a partir de la cuál probablemente se abra un debate sobre el derecho a la privacidad, ya que la administración conocerá dónde estamos y hacia dónde vamos en todo momento y las rutas más habituales de los usuarios.
Una operación de lo más costosa y que en la actualidad acumula una inversión que ronda los 160 millones de euros, que superan los 96 de la adjudicación inicial a Soc Mobilitat. Más de 10.000 validadoras, 1.300 máquinas de autoventa, 160 puntos de atención al cliente y 108 operadores de bus y cuatro ferroviarios.
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