Sonia Castedo durante la entrevista con El Debate

Sonia Castedo durante la entrevista con El DebateA. Miñana

Entrevista | Exalcaldesa de Alicante

Sonia Castedo: «Los medios me sentenciaron desde el minuto cero y la gente aceptó la condena»

La exregidora alicantina se vio obligada a dimitir tras ser acusada de los delitos de cohecho, tráfico de influencias y revelación de información privilegiada, de los que ha salido absuelta 16 años después

Sonia Castedo (Ribadeo, Lugo, 1970) fue alcaldesa de Alicante desde 2008 hasta 2014. El 23 de diciembre de aquel año, día de su cumpleaños, decidió dimitir tras su imputación en el caso Brugal, en el que se le acusaba de amañar el Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad en favor del empresario Enrique Ortiz. Castedo pasó de ser prácticamente una desconocida a abrir telediarios nacionales con sus conversaciones privadas y, a pesar de haber obtenido 18 de 29 concejales en las elecciones municipales de 2011, fue repudiada por toda la oposición de izquierdas e incluso por su formación política, el Partido Popular, con quien mantuvo un pulso hasta su renuncia.
Este lunes, tras 16 años de investigación, el Tribunal Supremo absuelve definitivamente a la exalcaldesa y a su predecesor, Luis Díaz Alperi, que engrosan la lista de más de 200 cargos de su partido absueltos tras ver truncada su carrera política en la Comunidad Valenciana. Este miércoles, en una de las calles más emblemáticas durante su mandato, la conocida popularmente como «calle de las setas», Castedo ha decidido hablar en primicia con El Debate.
¿Cómo se enteró del fallo judicial y qué sintió cuando se lo dijeron?
–Me enteré por los medios de comunicación. Todavía no había llegado a manos de mis abogados el fallo y me enteré por los medios de comunicación. De verdad que yo llevaba mucho tiempo esperando que llegara la sentencia del Supremo y en el momento en el que me enteré, pues fue una sensación muy distinta a la que yo creía que iba a tener, porque de alguna manera yo creía que al final iba a tener esa sensación ya de alegría, de caso cerrado, pero mi sensación fue de quedarme absolutamente parada. No podía decir «qué más da», porque no da igual, evidentemente. Pero, ¿ahora qué? si ya no le importa a nadie.
¿Se esperaba la absolución?
–Sí, totalmente, claro. Cuando no hay, no se puede sacar y yo sé lo que hay. Sé que la gente puede pensar, opinar, juzgar y puede condenar, pero quien realmente sabía que no había nada, lógicamente, era yo. Sí, me esperaba totalmente este fallo.
Le voy a leer algunos de los titulares que se han publicado con su nombre desde 2013: «Sonia Castedo dimite en Alicante, acosada por la corrupción», «Castedo, imputada por corrupción, ya no es alcaldesa», «Cómo huir de Sonia Castedo», «La incómoda foto del Rey con la alcaldesa de Alicante imputada por corrupción», «Sonia Castedo, la alcaldesa de Alicante que Mariano Rajoy no quiere en la foto». Se le acusaba de los delitos de cohecho, tráfico de influencias y revelación de información privilegiada y ha quedado absuelta de todos ellos. ¿Cree que es inocente ante la opinión pública?
–No, eso es muy complicado porque yo no he vivido un juicio mediático, yo he vivido una condena mediática desde el principio. Si soy sincera, lo que opine la gente en este momento me da exactamente igual. Hace mucho tiempo que a mí deja de importarme la opinión de la gente por una razón: me di cuenta de que la gente no tenía muchas veces su opinión, sino que se hacían eco de lo que los medios de comunicación en este caso dicen. Pero, en lo que a mí respecta, lo que hicieron fue sentenciar desde el minuto cero y la gente aceptó esa condena.

La reacción del anterior equipo, encabezado por Mariano Rajoy, demostró que eran unos cobardes

Durante estos años sus conversaciones privadas han abierto telediarios nacionales y han ocupado horas de tertulias. ¿Qué ha sido lo más duro para usted?
–Hombre, es muy duro leer conversaciones tuyas, privadas, públicamente, las mías y las de cualquiera. Siempre me decían que éticamente las conversaciones dejaban mucho que desear. Perfecto, lo compro, lo acepto. Cualquier conversación privada, seguramente, si se hace pública, dejaría mucho que desear éticamente. Primero, por el vocabulario que utilizas cuando te estás expresando, creyendo que es privado. Pero a mí no se me juzgaba por mi ética, se me juzgaba por delitos penales. Y si de lo que tenemos que hablar es de ética, vamos a poner sobre la mesa la ética de todos. La cosa hubiera cambiado bastante.
Ha habido otros casos de investigaciones judiciales a políticos en los que, según la afinidad política del medio, han defendido o no a las personas investigadas. En su caso, no tuvo el respaldo de periodistas o de medios de centroderecha. ¿Cómo se sintió?
–Pues el sentimiento que tienes es de impotencia. ¿Pero de verdad, ni un solo periodista es capaz de investigar si es o no cierto lo que se está diciendo? Ese es tu trabajo como periodista. Investiga y después con lo que tú tengas en esa investigación, entonces opina. Me sentí tan impotente... Estaba escuchando a medios hablar de mi caso y no tenían ni puñetera idea de lo que estaban hablando. Se quedaban con cuatro cosas de las conversaciones que eran muy vendibles mediáticamente. A ver, es que a mí se me estaba juzgando por delitos penales gravísimos y nadie se preocupó en ningún momento. Ni un solo periodista se preocupó de saber qué había de cierto o qué no había de cierto.
Sonia Castedo durante la entrevista con El Debate

Sonia Castedo durante la entrevista con El DebateA. Miñana

¿Cuál fue la reacción del PP cuando se le imputó?
–Yo quiero diferenciar al PP de ahora con el PP que me tocó vivir a mí. La reacción del anterior equipo, encabezado por Mariano Rajoy, demostró que eran unos cobardes y, sobre todo, que eran unos acomplejados. No fueron capaces de defenderme. Al final dijeron «bueno, que no nos salpique lo que a la chiquita le pueda pasar, nos la quitamos de encima. Punto pelota». No importaba que lo hubieras hecho o que no lo hubieras hecho, no se iba a permitir que tus miserias pudieran afectar al partido. Fueron totalmente cobardes conmigo.
Usted, a pesar de su situación, obtuvo 18 de 29 concejales en las elecciones. ¿Cuándo dejó de sentirse respaldada?
–Me dejé de sentir respaldada muy poquito después de haber sacado esos 18 concejales. En el momento en el que se me empieza a nombrar de manera muy continuada, porque había intereses políticos por parte de la oposición, lógicamente, en que yo cayera. Es decir, yo saqué 18 concejales y eso a mí no se me podía perdonar. Pero cuidado, no se nos podía perdonar por la oposición, ni tampoco por mucha gente de mi partido que podían llegar a ver su puesto peligrar si yo continuaba teniendo determinadas aspiraciones de ascenso en el PP y en cargos públicos.

Tuve concejales imputados y a mí no se me pasó por la cabeza en ningún momento prescindir de ellos. No por nada, sino porque yo sabía que no habían hecho nada

¿Quién le llamó por parte del PP pidiéndole que renuncie a su cargo?
–Me llama el que en aquel momento era el secretario de Organización, Carlos Floriano, y me siento con él en Madrid. Me lo pide y le digo que lo lamento mucho, pero que yo no voy a dimitir porque me parece vergonzoso que el partido actúe así. Conmigo tenía que haber hablado el presidente del Gobierno y me lo tenía que haber dicho claramente. Soy muy disciplinada y yo hubiera aceptado. Pero de la manera que lo hicieron me pareció humillante y no lo acepté. Habían sido muchas humillaciones las que yo ya había vivido por parte de mi partido en determinados actos y no acepté que me lo impusieran. Yo dimití el día que yo decidí. Lo hice seis meses antes de las siguientes elecciones. Si habían jugado conmigo, yo no iba a tener ningún tipo de deferencia hacia ese partido.

No habló con Rajoy

¿Habló en algún momento con Mariano Rajoy?
–Jamás. A pesar de todo lo que había hablado cuando yo estaba en alza y lo que él me había pedido... Habíamos hecho juntos incluso campañas en Galicia, porque me habían llamado y me habían obligado a ir a Galicia a hacer campaña para Alberto Núñez Feijóo como presidente de la Xunta de Galicia en aquel momento. Y yo hice la campaña con Mariano Rajoy en la zona de Galicia, de la que yo soy. Y después estuve con él muchísimas veces, hasta que en un momento determinado él corta todo tipo de relación. Esa es la cobardía a la que yo hago referencia.
¿Cómo era su relación con Alberto Fabra? En el momento en que tomó el mando de la Generalitat Valenciana, intentó hacer una 'limpieza' de cargos imputados. ¿Cuál fue su relación con él?
–Yo siempre tuve una relación muy buena con él. En el momento que a él lo nombran presidente de la Generalitat, a mí me pareció muy vergonzosa su actuación, de gente acomplejada que no es capaz de defender a los suyos. Me decían que yo era muy polémica y contestataria. No es verdad. Yo simplemente defendía aquello que creía que tenía que defender y lo que yo nunca tuve fueron complejos. Yo tuve concejales imputados y a mí no se me pasó por la cabeza en ningún momento prescindir de ellos. No por nada, sino porque yo sabía que no habían hecho nada. Años después se vio que yo también tenía razón, porque esas personas han salido absueltas.
Sonia Castedo durante la entrevista con El Debate

Sonia Castedo durante la entrevista con El DebateA. Miñana

¿Se sintió apoyada por su equipo de concejales en el Ayuntamiento de Alicante?
–Por una parte, sí. Por otra parte, me pareció rastrera la actuación de Asunción Sánchez Zaplana, que después fue candidata del PP, y me alegro mucho del resultado que sacó porque se lo merecía. Es decir, esa frase de «ten cuidado con quien pisas para subir porque te lo puedes encontrar para bajar» le viene que ni al pelo. Su actuación conmigo fue absolutamente deplorable y vergonzosa.
Cuando dimitió Francisco Camps, su nombre era uno de los que sonaban como posible sustituta y poco después, como usted decía, pasó a estar denostada incluso por su partido. ¿Cree que es posible la reparación?
–No, es inviable, es imposible. Nunca jamás se produce esa reparación. Es la típica comparación de cuando rompes un papel. Puedes encontrar todos los trozos y volver a montarlo, pero jamás va a quedar como estaba. Entonces no es posible devolver absolutamente nada ni creo que nadie quiera reparar nada.

Felicitaciones desde el «nuevo PP»

Tras conocerse su absolución, ¿le ha llamado alguien del PP para darle la enhorabuena?
–Sí, por supuesto. Del actual PP claro que me ha llamado mucha gente. De la misma manera que los anteriores eran unos acomplejados a los de ahora, por decirlo de una manera vulgar, les sobran 'pelotas' para poder dar la cara y para poder hacer lo que consideran que tienen que hacer. No voy a decir quién lo ha hecho, pero puedo decir que sí, que me han llamado, y que me ha resultado gratificante saber que esas personas que ahora ostentan altos cargos en el partido, han tenido los 'santos bemoles' de decirme que se alegran mucho de ese fallo del Supremo.

Con el señor Barcala no tengo ninguna relación y tampoco quiero tenerla

¿Uno de ellos ha sido el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón?
–Podemos hablar del presidente de la Generalitat, por ejemplo.
¿Qué relación tiene con el actual alcalde de Alicante, Luis Barcala? Ayer dijo que se alegraba de su absolución y la de Díaz Alperi por «las acusaciones sin fundamento que han sufrido durante 16 años». ¿Le llamó por teléfono para felicitarla?
–No solamente no me llamó por teléfono ni me mandó ningún WhatsApp. Lo que ayer hizo simplemente fue enviar una nota de prensa en la que dice que se alegra del fallo por unas acusaciones sin fundamento. Una de las acusaciones era suya porque el Ayuntamiento a mí me pedía cuatro años de cárcel. Entonces con el señor Barcala no tengo ninguna relación y tampoco quiero tenerla. Podría ser muy cruel y dar a conocer conversaciones que yo he tenido con él, pero no lo voy a hacer. Él está donde está porque yo lo puse en el Ayuntamiento y su manera de pagarme es esta. El día de mañana, tarde o temprano, va a tener que volver exactamente al mismo sitio del que salió y por cierto, del que yo le saqué.
¿A qué se comprometió el alcalde de Alicante con usted?
–Literalmente se me dice por parte del señor Luis Barcala que él sí que retiraría la acusación del Ayuntamiento contra mí, porque sabe perfectamente que no hay nada, pero que no lo hace porque él está gobernando en coalición con Ciudadanos y que ellos no lo iban a aceptar y le retirarían su apoyo. En ese caso, él dejaba de ser alcalde de Alicante. Es decir, mira tío, si tú eres capaz de mantener acusaciones de cárcel a personas que tú consideras que son inocentes solo por mantenerte en el cargo, solo me queda una cosa que decirte: vete a la mierda.

Críticas a Mónica Oltra

En aquellos años en los que usted era alcaldesa de Alicante, la entonces portavoz de Compromís en las Cortes Valencianas, Mónica Oltra, portaba camisetas con su cara y la de Francisco Camps. A ella un caso de abusos sexuales por parte de su ahora exmarido a una menor tutelada por su consejería la obligó a dimitir y posteriormente fue absuelta. ¿Qué opina de este caso?
–El otro día leía de sus compañeros que fueron tan crueles y tan agresivos, sobre todo con Paco Camps, que se preguntaban quién le va a devolver todo el daño recibido y pedirle perdón. Y yo le contesté y además te pediría que lo sacaras exactamente como lo dije, yo no tengo que ser políticamente correcta. Les dije que no pasaba nada, ahora que se joda y que se aguante. Lo que no se puede ir por la vida de salvavidas cuando tienes tanta mierda dentro de tu casa. Ella dormía al lado de quien dormía. Cuando ocurre todo lo que ocurre, ella no está divorciada. Ella no está separada. Ella lo tiene al lado. Pero lo que es peor, ella es la máxima responsable de la Conselleria que tendría que haber frenado, parado y actuado por esa agresión sexual. Así que la señora Oltra lo que tiene que hacer ahora es ponerse una camisetita donde pida perdón a la víctima de las agresiones sexuales de su marido.

Nadie se ha sentado conmigo. Pero bueno, creo que el actual PP no tiene que restituir nada

Tras el fallo judicial, Mónica Oltra se plantea volver a la política. ¿Se plantea usted hacer lo mismo?
–Ni de coña. Bajo ningún concepto. Y mucho menos viendo el nivel que existe en la actualidad. No lo hay. Eso formó parte de mi vida en un momento determinado. Pero, a día de hoy, sería absolutamente incapaz de llevar el ritmo de vida que llevaba en aquellos momentos y tener la paciencia que tenía con tanta gente, sobre todo después de ver tanta traición.
¿Nadie le ha planteado su vuelta a la política, nadie le ha planteado restituir de alguna manera su honor?
–No. La verdad es que nadie me ha planteado absolutamente nada. Nadie se ha sentado conmigo. Pero bueno, creo que el actual PP no tiene que restituir nada. Por lo menos en la Comunidad Valenciana. Y también a nivel nacional, tengo que decirlo, es realmente distinto.
¿Mantiene usted algún tipo de relación con el empresario Enrique Ortiz?
–Tengo que decir que no. Si me lo cruzo, lo saludo, no tengo el más mínimo problema. Pero no mantengo ningún tipo de relación con Enrique Ortiz, lo que viene a demostrar que lo que yo creía que realmente era amistad no lo era. Importaba por el cargo que ocupaba. Punto pelota, ya está. No me preocupa tampoco, no lo necesito para nada. Ni tampoco quiero mantener ningún tipo de relación. A mis amigos los elijo yo.
Entiendo que no ha tenido ningún mensaje de él para felicitarle por su absolución.
–Sí, sí, lo he tenido. Como de muchísima gente que apenas conozco y que se han alegrado. En este caso, él se ha alegrado por la parte que le toca a él.
Sonia Castedo durante la entrevista con El Debate

Sonia Castedo durante la entrevista con El DebateA. Miñana

Hace unas semanas el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se tomó cinco días de reflexión tras la admisión de una denuncia en la que se acusó a su mujer de corrupción. El jefe del Ejecutivo habla de lawfare. ¿Cuál es su opinión acerca de si existe este tipo de guerra sucia en la Justicia española?
–Dentro de la Justicia hay personajes igual que en política, claro que los hay. Yo tuve que soportar a un personaje dentro de la Justicia durante 16 años. Estoy convencida de que Sánchez ha sufrido porque ha vivido en sus propias carnes lo que él lleva tantos años haciendo a otras personas de otros partidos políticos. Yo era de las personas que creía que iba a dimitir porque una persona que está al frente de nuestro país no puede permitir que España sea el hazmerreír a nivel internacional por su culpa. Yo le deseo a él y a su mujer que vivan exactamente lo que he vivido yo. Ese señor vino aquí y pasó de saludarme porque yo en ese momento estaba imputada. Así que le digo lo mismo que a Mónica Oltra: si a su mujer la imputan o no, y si él sigue sufriendo en la calle esos silbidos y esos insultos, que se joda y que se aguante.

Yo no puedo juzgar a toda la Policía por la actuación de algunos, pero en este caso es denigrante. Y lo que yo he vivido con el fiscal que ha actuado en este caso es vergonzoso

Usted comentaba que su sentencia se cambió en una noche.
–Hay un diario de esta ciudad que publica que yo no iba, que yo me quedaba fuera de lo que el juez instructor iba a enviar a Valencia. Eso lo publica un medio de comunicación local porque tiene las declaraciones del propio juez. No se sabe qué ocurrió por ahí. Yo no lo sé. Eso se cambió. Yo no voy a decir más porque sería elucubrar, pero eso se cambió por presiones. Que lo cuente el juez instructor.
Según recogía un titular de prensa estos días, usted aseguraba que iba a «hablar de lo vivido, que son las verdaderas cloacas de la sociedad». ¿A qué se refiere?
–Me refiero a que es una puñetera vergüenza tener que vivir lo que yo he vivido y escuchar las mentiras que yo he escuchado dentro del juicio. Es una puta vergüenza que policías hayan ido a declarar y cuando las juezas les preguntaban si tenían alguna prueba es que ni tan siquiera estaban ahí los agentes. Estaban en Madrid, pero firmaban esos informes. Yo no puedo juzgar a toda la Policía por la actuación de algunos, pero en este caso es denigrante. Y lo que yo he vivido con el fiscal que ha actuado en este caso es vergonzoso. Y eso son cloacas, esas son las miserias.
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