Un fotograma de la persecución, la moto termina en el suelo
Seguridad vial
¿Tiene sentido que el helicóptero de la DGT persiga a un motorista a 220 km/h hasta que acaba cayéndose?
Una vez grabada la infracción e identificada la matrícula no tiene sentido que el helicóptero Pegasus siga hostigando al conductor poniendo en riesgo su integridad
Aunque fue grabado hace ya un año, este vídeo adjunto fue publicado por la Dirección General de Tráfico en redes sociales hace sólo unos días. En el mismo la DGT denuncia la actitud de un motorista que circula a más de 220 kilómetros por hora por una autopista valenciana.
Un delito extremadamente grave por el que el motorista deberá responder ante la ley con una multa superior a los 1.000 euros, 6 puntos del carnet, una segura retirada de carnet e incluso un delito contra la seguridad vial.
Parece que se pican
Pero las consecuencias de la persecución debería hacer que la DGT se cuestione la pertinencia de perseguir a este motorista con el helicóptero Pegasus.
Imagen del motorista a 224 km/h con la matrícula en primer plano, para qué seguir detrás
A la vista de la secuencia completa, queda claro que el motorista, al percatarse de la presencia del helicóptero comienza una absurda carrera de velocidad.
Un riesgo innecesario
Una verdadera persecución que le lleva a circular por encima de los 220 kilómetros por hora mientras el helicóptero Pegasus le sigue con la cámara.
Helicóptero y motocicleta, en paralelo
Durante la grabación el motorista comete cambios de carril alocados e innumerables infracciones que deberían costarle las más alta de las penas que recoja el Reglamento de Circulación e incluso el Código Penal, pero no parece tener sentido que, una vez identificado el infractor y recogidas las imágenes suficientes, el helicóptero siga persiguiéndolo, pues el final a esta carrera sin sentido podría haber sido mucho más grave de lo que recogen las imágenes.
El conductor se choca y salta la barrera lateral, literalmente vuela
Este pique pone en riesgo la integridad del motorista y la del resto de usuarios de la carretera valenciana, una actitud difícil de justificar, pues obviamente el infractor ya había sido 'capturado' por la cámara.
Finalmente, y tras interminables minutos de persecución, el motorista terminan yéndose al suelo tras rozar a un vehículo en lo que parece un embotellamiento. Afortunadamente ya había reducido mucho su velocidad.
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