Una persona recolecta aceitunas en un olivar

Una persona recolectando aceitunas en un olivar de un municipio granadinoEuropa Press

Granada

Alerta ante el robo de «varios miles de kilos» de aceituna en varios pueblos de Granada

Los ladrones utilizan coches de vigilancia y quitan los asientos traseros de sus vehículos para que entre más carga

La campaña de recogida de la aceituna acarrea un desafío añadido, el de la seguridad en el campo, vital para proteger el esfuerzo y el sustento de miles de agricultores. Esta semana, la Jefatura de la Policía Local de Íllora, localidad situada en el Poniente de Granada, ha pedido a los agricultores de la zona extremar las precauciones en tanto «se han producido en los últimos días un aumento en el número de hurtos de aceitunas, con la sustracción de varios miles de kilos de aceitunas», también en las «comarcas vecinas».

Así consta en un mensaje divulgado a través de las redes sociales de este cuerpo de seguridad municipal. Ante esta angustiosa situación, los agentes han solicitado colaboración ciudadana, a los que les han pedido que «en caso de detectar vehículos y personas sospechosas a última horas de la tarde en las zonas de olivar, alertad al 112 Emergencias o al 062 de la Guardia Civil». Cuando anochece, es el momento preferido de los autores de estos hurtos, que entran en las fincas para llevarse la aceituna.

El modus operandi que emplean

Normalmente, los ladrones de aceituna utilizan turismos, a los que les retiran los asientos traseros para «facilitar y aumentar la carga». Además, estos individuos no actúan solos. Trabajan en conjunto con varios vehículos, «distanciados unos de otros», así como con «algún otro» en labores de vigilancia, «para alertarles a sus cómplices de la marcha de los agricultores o la llegada de los efectivos policiales».

La Policía Local de Íllora ha advertido que, «en caso de ser víctima de esta tipología de delitos», es necesario «no sólo dar aviso a las fuerzas de seguridad, sino presentar denuncia formal» para que quede «constancia real de estos hechos delictivos», que no sólo perjudican a los agricultores sino también «a los trabajadores por la pérdida de producción, tras la actividad de los delincuentes, ya que la mayoría de estos hurtos se produce a pie de campo y sobre los mismos olivos».

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