Amplían las restricciones para acceder en coche a las playas paradisíacas del Cabo de Gata durante el verano

La Junta de Andalucía ha anunciado que este año restringirá una semana más, con respecto a la limitación de 2024, el acceso en vehículo a motor a las playas situadas en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Esta medida estará vigente desde el 21 de junio hasta el 28 de septiembre.

El delegado territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente en Almería, Manuel de la Torre, ha recordado que esta limitación de acceso sólo afectará a las playas y calas de Genoveses, Barronal, Mónsul, Media Luna y Cala Carbón. Además, se establecerá un aforo máximo de 399 vehículos que tendrán que pagar seis euros.

De la Torre ha señalado que «queremos evitar el impacto sobre la vegetación en zonas con hábitats de interés comunitario, la emisión de polvo en los caminos de acceso y los problemas derivados del estacionamiento en áreas no autorizadas, que pueden dificultar el paso de vehículos de emergencia». De este modo, durante el periodo veraniego también se limitará el acceso por tramos horarios, en los que la barrera permanecerá bajada impidiendo la entrada de nuevos coches.

Esta resolución se publicará en el BOJA en los próximos días y, a partir de ahí, se procederá a licitar el servicio que hará efectiva la medida. El delegado ha agradecido la colaboración del Ayuntamiento de Níjar, la Diputación Provincial y el Consorcio de Transporte de la Consejería de Fomento en la aplicación de estas medidas, ya que este último articula un servicio de bus lanzadera, que permite el acceso sin vehículo a las playas y la comunicación entre las mismas desde dos euros por trayecto.

Se restringe la actividad recreativa

Además, esta resolución también regulará la actividad recreativa de kayaks, piraguas y otras embarcaciones flotantes sin motor. Durante el periodo estival comprendido entre el 21 de junio y el 28 de septiembre, no podrán agruparse en grupos de más de cinco en las zonas del litoral del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.

El director conservador del Parque Natural, Salvador Parra, ha explicado que «las acumulaciones de estas embarcaciones en grandes números y sin control pueden afectar a la conservación de especies marinas litorales y deteriorar los valores paisajísticos del parque. Además, pueden ser incompatibles con otras actividades de uso público». Por ello, ha subrayado que «es necesario establecer un límite de cinco kayaks o piraguas».

A partir de esa cantidad, será obligatoria una autorización de la Delegación Territorial, que incluirá las condiciones necesarias para garantizar la conservación del ecosistema litoral y el uso adecuado del dominio público marítimo-terrestre.