Monumento a Gertrude Vanderbilt Whitney en Huelva, obra de Martín Lagares

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Huelva

La multimillonaria norteamericana que levantó el monumento a Colón en Huelva ya tiene quien la recuerde

Una escultura en la Punta del Sebo homenajea a la mujer que cinceló la imagen que ya es símbolo de la ciudad

La vida de Gertrude Vanderbilt Whitney (1875-1942) estaba destinada al disfrute de su holgada posición social. Nacida en el seno de una de esas familias norteamericanas que constituían en el siglo XIX una suerte de nobleza del capital, su estatus se encumbró todavía más al casarse con el inversor Harry Payne Whitney. Sin embargo, su vocación trascendía el rol de socialité que le parecía asignado en la vibrante Nueva York. Lo suyo era el arte y en ese camino se topó, curiosamente, con Huelva.

Como bien saben los onubenses, desde 1929 domina la Punta del Sebo, con la vista puesta en América, una ciclópea escultura de Cristóbal Colón: nada menos que 37 metros de hormigón y hierro para homenajear al hombre que salió de estas costas en busca de la ruta occidental de las especias y acabó descubriendo un continente entero. Esa pieza fue un regalo de Estados Unidos a España. La financió la Columbus Memorial Foundation de Nueva York, institución se fijó en una multimillonaria pionera: la escultora Gertrude Vanderbilt Whitney.

A principios del siglo XX, Miss Whitney se adentra en el mundo de la bohemia parisién y recibe clases del escultor más importante del momento, Auguste Rodin. A partir de ahí, con dos estudios —uno en el Greenwich Village de Nueva York y el otro en la fracción parisina de Passy—, se dedica de lleno a la escultura. En 1914 abrió en el Village el Whitney Studio Club, germen del actual museo especializado en arte norteamericano.

Fiel al estilo monumental

Cuando le llovió el encargo para levantar un gran monumento a Colón, Vanderbilt ya lleva años dedicada a la escultura monumental. Había erigido memoriales al hundimiento del Titanic o al desembarco de las tropas americanas en Saint-Nazaire. En el caso de Huelva, Gertrude planteó una obra de plena vanguardia, con componentes cubistas y una gran base, dominando toda la punta. Se construyó entre 1927 y 1929 y la inauguró el dictador Miguel Primo de Rivera junto con el embajador de Estados Unidos. La propia Gertrude eligió la ubicación en su visita de 1927. Desde su punto de vista, rememoraba el emplazamiento de la Estatua de la Liberta neoyorquina.

A pesar de su excepcional riqueza, monetaria y artística, la vida de esta filántropa y escultora no es tan conocida como se merece en Huelva, ciudad que le debe un perfil icónico. Hasta la fecha, una avenida llevaba su nombre, pero el apellido Vanderbilt Whitney no parecía sonar como debería. En los últimos años su figura se ha reivindicado.

Un homenaje en la Punta del Sebo

Este 2025, con motivo de los 150 años del nacimiento de Miss Whitney, el Ayuntamiento ha levantado una escultura de homenaje en la Punta del Sebo, muy cerca de su gran creación. Se trata de una escultura de 1,80 metros de altura realizada por el artista Martín Lagares. En la inauguración del pasado 9 de mayo estuvo presente la bisnieta de la escultora. «Mi familia quiere agradecerles a ustedes y a esta maravillosa ciudad de Huelva por honrarla, a una mujer que verdaderamente creemos que fue una gran artista», destacó Whitney Miller Douglass.

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