Granada recupera un monumento de la época nazarí que fue cementerio, mazmorra y casa señorial

los cármenes de Granada son un tipo de vivienda de la época nazarí, que se caracterizan por ser casas unifamiliares, asentadas en las colinas de la ciudad, que cuentan con jardines y huertos interiores.

Estas últimas semanas se ha recuperado uno de los monumentos más bonitos de la ciudad y de mayor valor histórico, el Carmen de los Porcel, propiedad del Patronato de la Alhambra desde el año 2002. Este conjunto patrimonial, de cerca de 20.000 metros cuadrados, está ubicado en la parte superior de la colina del Mauror, en el entorno de los palacios nazaríes.

Los trabajos de rehabilitación de este espacio comenzaron en diciembre de 2023 y han contado con una inversión total de 1.266.000 euros, asumida íntegramente por el Patronato de la Alhambra y Generalife. La intervención en el Carmen de los Porcel ha respetado su tradicional imagen exterior. En el interior de la casa principal se han habilitado sendas salas de exposiciones, una en cada planta, así como una sala de proyecciones audiovisuales, una recepción y un despacho. También se ha instalado un ascensor para comunicar ambos niveles.

El Espacio Amazigh abrirá en 2026

Este carmen ha sido adaptado para su próximo uso museístico: el Espacio Amazigh, que abrirá sus puertas al público en marzo de 2026 y albergará tanto las piezas donadas por el diplomático Jorge Dezcállar y su mujer, como las de la Fundación Doctora Leila Mezian, además de varios montajes audiovisuales.

Su objetivo es dar a conocer la huella de la cultura amazigh, los habitantes originales del norte de África, en al-Ándalus, poniendo especial énfasis en el papel que jugó la dinastía Zirí en la fundación de la ciudad. Los jardines serán también visitables por el público interesado este otoño.

Almacén, mazmorra y cementerio

El Carmen de los Porcel, que data del siglo XI, ha sido utilizado como almacén, mazmorra y necrópolis funeraria. Además, ha pertenecido a varias familias. La que le dio un mayor empuje fue la que vivió allí en el siglo XIX, formada por Antonio, un diputado en las Cortes de Cádiz y ministro de Ultramar en el Trienio Liberal; su esposa, doña Isabel de los Cobos; y su hermano, Rafael Porcel, canónigo de la catedral.

Esta familia construyó una vivienda principal, edificaciones de servicio y unos jardines románticos con albercas, pérgolas, senderos y miradores, convirtiendo este espacio en un paraíso con excepcionales vistas a la Alhambra, la vega, Sierra Nevada, las Torres Bermejas y la propia ciudad.

A finales del siglo XIX, el Carmen fue vendido a Mariano Miralles Dalmases, «el catalán», pasando a conocerse popularmente como «Carmen de los Catalanes». De él pasó a Guillermo García Valdecasas y a sus herederos y, finalmente, en 2002, fue adquirido por el Patronato de la Alhambra y Generalife, integrándose progresivamente en los programas de restauración del monumento.