(Foto de archivo) Agentes de la Policía Nacional frente a la entrada del punto de venta de droga
Córdoba
La Policía se equivoca durante un registro antidroga en Lucena: «Mi hijo llorando y mi marido esposado»
David y Mari Carmen dormían junto a su hijo de 4 años cuando los golpes en la puerta de los agentes, que participaban en una redada, les sobresaltaron en plena noche
Una equivocación de la Policía Nacional en plena operación antidroga sobresaltó a una familia cordobesa de Lucena durante la noche mientras dormían.
David y Mari Carmen se llevaron el susto de su vida cuando varios agentes echaron la puerta de la casa abajo e irrumpieron en su casa durante un registro.
Este matrimonio descansaba, al igual que su hijo de cuatro años, cuando empezaron a escuchar fuertes golpes en la puerta. Eran agentes policiales, que, encapuchados, participaban en un registro antidroga.
A pesar de que Mari Carmen gritaba a los policías que parasen, puesto que se estaban equivocando de vivienda, lo que provocó los gritos y los lloros de su pequeño, su marido terminó esposado «durante varias horas», tal y como ha contado en el programa ‘Y ahora Sonsoles’ de Antena3.
Coordenadas equivocadas
La familia ha denunciado «el trato recibido», que a pesar del error, a su juicio fue excesivo. David fue reducido en el suelo y quedó esposado durante «más de hora y media». «Yo gritaba sin parar y mi hijo estaba atemorizado. No entendíamos nada mientras hacían el registro».
La Policía, al parecer, tenía unas coordenadas que les llevaron hasta esta casa de Lucena. «Nosotros no teníamos nada que ver con esa operación antidroga», ha incidido Mari Carmen. «Aún seguimos con el susto, golpearon la puerta primero y luego la echaron abajo, creímos en un momento que entraban a robar, a pesar de que ellos decían que era la Policía. Yo les abrí y a partir de ahí, entre que era de noche y no se veía, fue un descontrol, a pesar de que les avisaba que había un niño chico».
«No entendíamos nada, solo nos decían que era una redada y que tenían esas coordenadas, porque hay una nave aquí cerca, pero no entendemos por qué entraron aquí».
«Nadie se hizo cargo de mi hijo», se queja esta cordobesa, que pondrá una reclamación ante el Ministerio de Interior para reclamar los daños materiales que sufrió su vivienda, aunque lo peor lo llevan desde entonces dentro del cuerpo. «Todavía estoy temblando cuando me acuerdo».