Un grupo de la Guardia Civil en maniobras con fusiles de asalto

Un grupo de la Guardia Civil en maniobras con fusiles de asaltoGC

Huelva

La Guardia Civil se arma en la guerra contra el narco en Huelva: los agentes podrán usar fusiles de asalto

La Comandancia autoriza el uso de armas de guerra con «proporcionalidad» ante el aumento de la violencia

La lucha contra el narcotráfico está adquiriendo tintes que pueden calificarse de 'guerra'. Por ejemplo, en cuanto al uso de armamento. En los últimos años han hecho su aparición en escena las armas de guerra. Así, los fusiles de asalto se han convertido en un elemento habitual para los narcos en las operaciones de tráfico de drogas en Huelva y otras provincias andaluzas.

En respuesta a ello, la Guardia Civil ha decidido rearmarse y hacer uso también de este tipo de elementos más propios de conflictos bélicos. Según adelanta el diario ABC, el coronel jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Huelva ha autorizado a los agentes a llevar y utilizar fusiles de asalto en las operaciones contra el narco. La autorización atañe a algunas patrullas y compañías dedicadas a estas labores y supone un paso más tanto en la respuesta de la Benemérita al crimen como en la defensa de su propia seguridad.

Hace solo una semana, la división en Huelva de la Asociación Profesional Justicia Guardia Civil (Jucil), alertaba en un comunicado del «grave riesgo al que se enfrentan los agentes por la falta de armamento y vehículos adecuados». Jucil recordaba el aumento de la criminalidad, la mayor violencia de los narcos, las grandes cantidades de alijos de droga y la necesidad de custodiarla. La asociación señalaba que los agentes carecen de medios para enfrentarse a unos narcos cada vez más y mejor armados, «como queda constatado por las recientes incautaciones de armas de fuego entre los que se incluyen fusiles de asalto».

Un uso «coherente»

En este sentido, los agentes reclamaban, además de vehículos todoterreno y otros dispositivos de seguridad, que «se doten las patrullas de Seguridad Ciudadana en servicio de los medios necesarios para afrontar estos nuevos retos de peligrosidad, en especial portar armas largas». Finalmente, el coronel jefe de la Comandancia de Huelva ha dictado esta autorización.

Según señala ABC, el uso del armamento de guerra ha de ser «coherente con la situación». Es decir, las patrullas podrán utilizar fusiles de asalto en caso de peligro inminente o riesgo para la vida, en los momentos necesarios y cuando implique proporcionalidad. En Jucil celebraban la decisión de la Comandancia de Huelva, «mientras Marlaska (ministro del Interior) sigue mirando hacia otro lado y da la espalda a nuestros compañeros».

A lo largo de este año, las voces para atajar la creciente presencia y actividad del narco en Huelva y Andalucía han ido in crescendo. La fiscal antidroga Ana Laso afirmaba en su memoria del año pasado que estamos ante un «escenario jamás visto» en la provincia onubense por el incremento de la violencia y las armas de guerra.

Encapuchados y con AK-47

La Memoria de la Fiscalía, dada a conocer en septiembre, fijaba el entorno del Guadalquivir como uno de los puntos calientes: «Como reflejan las memorias de los delegados de la Fiscalía Antidroga en Almería, Cádiz, Huelva y Sevilla, las narcolanchas no se quedan ya en el Estrecho, sino que amplían su itinerario por las costas de las provincias colindantes y entran incluso por el Guadalquivir».

La Fiscalía alertaba del «espectáculo lamentable» del narco, cada vez más evidente para los propios ciudadanos, y de la «exhibición constante y la provocación». Respecto a Huelva, se señalaba la tendencia más agresiva en los vuelcos de droga, con «descargas de hachís por individuos encapuchados con apariencia paramilitar y kalashnikov en mano, lo que ha causado una gran alarma social, no sólo a nivel provincial, sino también nacional».

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