Un grupo de jóvenes de la Alpujarra revoluciona con sus 'entrenos' el envejecimiento activo de la comarcaJUNTA DE ANDALUCÍA

Granada

Ser mayor no es una excusa para entrenar: jóvenes granadinos convierten el bastón en una opción

La empresa deportiva, que nació en la Alpujarra, guarda el secreto de la longevidad de buena parte de la población de la zona

'Forjado en la Alpujarra' es el lema de un centro de entrenamiento que ha revolucionado con sus 'entrenos' el envejecimiento activo de esta comarca. Lo que en 2021 parecía una apuesta arriesgada, hoy se ha convertido en una historia de éxito empresarial, social y de esperanza para una de las zonas más despobladas y envejecidas de la provincia de Granada.

Detrás de esta iniciativa están Antonio Cruz y David Archilla, dos jóvenes emprendedores que veían que en Cádiar la población envejecía, los jóvenes emigraban y los servicios básicos, tanto sanitarios, deportivos como sociales, eran escasos en comparación con otras zonas más pobladas y mejor comunicadas y había que hacer algo.

Para hacer frente a esta realidad, Cruz, graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, y David Archilla, graduado en Fisioterapia y Técnico Superior en Actividades Físicas y Deportivas, decidieron embarcarse en este proyecto. «Ahí había un nicho de mercado y una oportunidad empresarial que no podíamos dejar pasar», han afirmado los dos jévenes.

El equipo fue creciendo con Salvador López, Javier Román, Paco López y Jesús Miguel, creando el grupo multidisciplinar Dagaco que hoy en día ofrece entrenamientos adaptados a 11 pueblos de la comarca que suman 9.353 habitantes. De ellos, 806 superan los 80 años y cuatro han soplado ya un siglo de vida.

Nutrición y aspecto psicosocial

Dagaco cuenta con sedes en Cádiar y Ugíjar, aunque sus entrenadores se desplazan a otros núcleos del entorno como Albondón, Almegíjar, Turón, Laroles, Mairena de Nevada, Válor, Yegen, Mecina Bombarón (de Alpujarra de la Sierra), Juviles, Pórtugos y Trevélez.

Aunque los inicios fueron humildes, pronto el boca a boca, el trato cercano, la profesionalidad y el carisma de los entrenadores hicieron que la demanda explotara. «De hecho, cuentan ya con 400 usuarios a los que no solo ayudan a mejorar su estado físico, sino que les asesoran a nivel nutricional o en cualquier otro aspecto psicosocial», según ha alabado la alcaldesa de Cádiar, Encarnación López.

Bastones Fuera gracias al entreno

Una de los grandes frutos que está dejando este entrenamiento es que personas que habían perdido movilidad, que vivían aisladas o que dependían del bastón, ahora vuelven a caminar con seguridad, han mejorado su equilibrio y recuperado su energía. «Este tipo de resultados nos llena de orgullo y también es una prueba de que el deporte no es solo cosa de jóvenes, sino que debe practicarse a lo largo de toda la vida», afirman los entrenadores.

«Gracias a proyectos como este, demostramos que invertir en salud y en deporte en el mundo rural no solo mejora la calidad de vida de sus habitantes, sino que genera oportunidades laborales y fortalece el sentimiento de comunidad en los pueblos pequeños», ha incidido Martín Cañizares.

En sus inicios, Dagaco se propuso cambiar la forma de ver, sentir y vivir el ejercicio físico en la Alpujarra y ya lo ha conseguido con buena parte de su población, pues además ofrecen un servicio específico para niños y otras clases de entrenamiento para la población en general.