
Recreación del 2 de mayo de 1810 en Algodonales
Cádiz
Algodonales también tiene su Dos de Mayo
La localidad gaditana recrea cada año desde hace dos décadas la heroica defensa de los campesinos contra 5.000 soldados franceses
El Dos de Mayo es una fecha marcada a fuego en la historia de España y, en particular, una efemérides emblemática en la Comunidad de Madrid. Allí, en 1808, el pueblo se levantó contra las tropas francesas acantonadas, movilizados por una parte del Ejército. La lucha motivó una represión que se saldó con la vida de hasta 400 vecinos y el inicio de la larga y sangrienta Guerra de la Independencia.
Sin embargo, existe otro Dos de Mayo no menos heroico, aunque mucho más desconocido, en aquella contienda. Se produjo dos años después, en 1810, cuando las tropas de Napoleón intentaban reducir los pueblos de la Sierra de Cádiz. En el entorno de Algodonales, encontraron la resistencia inesperada de varios centenares de vecinos, en su inmensa mayoría campesinos.
Cerca de 300 muertos
Durante dos días, mientras aguardaban la llegada del Ejército español, ayuda que nunca llegaría, mantuvieron a raya a 5.000 soldados franceses. El 2 de mayo de 1810 fallecieron cerca de 300 vecinos del pueblo y hasta 70 casas fueron quemadas. Perdieron pero, como recuerdan cada año en el pueblo, «mantuvieron la dignidad».
En Algodonales, que hoy cuenta con cerca de 5.500 vecinos, llevan veinte años celebrando aquel suceso histórico con unas jornadas de recreación. Del 2 al 5 de mayo, el pueblo se transmuta en una localidad decimonónica: soldados de infantería franceses, campesinos con armas de madera y mucha sangre, por suerte falsa.
Recreación infantil de los enfrentamientos
Estas XX jornadas de Recreación Histórica 'Algodonales, 2 de mayo de 1810' se abren el viernes 2 con un desfile de las asociaciones vecinales y los artesanos, portando emblemas. Posteriormente, el alcalde de la localidad inaugura los actos y entrega cada año un bastón de mando honorario a un vecino.
A lo largo de tres días se celebran conferencias, conciertos y mercadillos. Pero los momentos más esperados son los desfiles históricas y las recreaciones del asalto y defensa del pueblo. Estos eventos se concluyen con la Rendición de Honores a los Caídos. También los pequeños tienen su particular recreación infantil.
La defensa numantina de este reducto de la Sierra de Cádiz fue tan notable que, a su regreso al trono, Fernando VII decidió otorgar a Algodonales el título de Villa, junto con una mayor extensión del término municipal. Dos siglos después de aquellos hechos, la localidad ha recuperado la memoria de aquel rapto de orgullo y celebra cada año, ya con carácter festivo y balas de fogueo, un momento culmen de su historia.