Recreación del nuevo Guadalmedina
Málaga
El Guadalmedina: la herida abierta de Málaga y los proyectos que nunca llegaron
El nuevo acuerdo para regenerar el río revive la memoria de decenas de iniciativas frustradas durante décadas en la capital malagueña
La firma del último protocolo para regenerar el Guadalmedina ha despertado una mezcla de esperanza y escepticismo entre los malagueños. Y es que este río se ha convertido en un símbolo de los proyectos incumplidos. El alcalde, Francisco de la Torre, y el consejero Elías Bendodo lo calificaron como «un día histórico», pero muchos recuerdan que similar lenguaje se usó en intentos anteriores que acabaron en nada.
El proyecto actual, más realista
El plan presente, mucho más modesto pero quizás por ello más realizable, se centra en los primeros 5,1 kilómetros entre la presa de El Limonero y el puente de Armiñán. Con una inversión de 7,6 millones y un plazo de año y medio, la idea es crear un paseo fluvial, eliminar miles de metros cúbicos de especies invasoras y residuos, y realizar una masiva reforestación.
Es un enfoque pragmático que evita, por ahora, la complejidad de la anhelada plaza-puente en el tramo medio, la gran asignatura pendiente que sigue buscando financiación y una solución técnica viable. Parece que Málaga ha aprendido que es mejor dar pasos pequeños, pero firmes, en un río que ha visto demasiados planes faraónicos naufragar.
Una crónica de fracasos anunciados
Los archivos municipales atestiguan cómo el río ha sido testigo de ambiciosos planes que naufragaron uno tras otro. En 2005, un proyecto europeo prometía transformar el cauce en un corredor verde, con una inversión millonaria que nunca se materializó. La crisis económica de 2008 truncó aquel sueño, dejando solo documentos técnicos que hoy duermen en algún cajón.
Recreación del Guadalmedina restaurando en 2012
Posteriormente, en 2013, se presentó un concurso internacional de ideas que generó gran expectación. Arquitectos de renombre propusieron soluciones vanguardistas, incluyendo parques fluviales y anfiteatros naturales. Sin embargo, la falta de consenso político y los problemas presupuestarios hicieron que aquellas propuestas cayeran en el olvido. «Era como construir castillos en el aire», comentaba un técnico municipal.
Málaga en obras
El proyecto más reciente y polémico ha sido la plaza-puente, una idea que lleva años encima de la mesa. Con un presupuesto estimado de 78 millones de euros, esta obra pretende cubrir parcialmente el cauce para crear un espacio ciudadano. El principal escollo, además del coste, es la necesidad de garantizar el desagüe de 600 metros cúbicos por segundo en caso de riadas.
La verdad es que cada cambio de gobierno, cada legislatura, traía consigo nuevos planes para el río. En 2017, se habló insistentemente de crear playas fluviales, mientras que en 2020 se prometió un parque lineal. Ahora, con una inversión de 7,6 millones para la parte alta, muchos se preguntan si esta vez será diferente.