En Fuengirola se ha registrado el terremoto más potente, de 4,2 grados
Málaga
Una sucesión de terremotos inquieta a Málaga: «No es raro lo que está pasando»
El seísmo de Fuengirola, de magnitud 4.9, fue el más intenso y se sintió en varias provincias, mientras los expertos piden calma al señalar que es una actividad normal
La tierra no deja de recordar su fuerza en Málaga. En la madrugada del jueves, un nuevo temblor de magnitud 2.5 sacudió Iznate, en la Axarquía, a 25 kilómetros de profundidad. Era el cuarto evento sísmico registrado en la provincia en apenas diez días, una seguidilla que ha llenado de inquietud las redes sociales y los grupos de WhatsApp de muchos malagueños.
Mientras, el runrún ciudadano no cesa. En grupos vecinales y publicaciones en grupo de WhatsApp de Alozaina, donde los vecinos relatan haber escuchado un estruendoso ruido, acompañado con un temblor, al que asocian con el terremoto. «He notado una sensación muy rara y un ruido», dice uno de ellos. «Yo también, responde otro». Es la cara humana de una sucesión de fenómenos naturales que, aunque normales para la ciencia, nunca dejan de sorprender.
Comentarios en un grupo de Whatsapp sobre uno de los temblores
La sacudida que se vio en televisión
El más impactante de todos ocurrió el pasado viernes. Un terremoto de magnitud 4.9 con epicentro en Fuengirola hizo vibrar edificios en gran parte de la Costa del Sol. Las cámaras de seguridad de una televisión local captaron el momento preciso de la sacudida, unas imágenes que no han hecho más que alimentar la conversación pública sobre estos fenómenos.
La serie comenzó el día 1 en Estepona, con un seísmo de 3.2 a gran profundidad. Al día siguiente, le tocó el turno al Valle de Abdalajís, con un temblor más superficial pero de menor potencia. Afortunadamente, ninguno de ellos ha causado daños personales o materiales graves, pero su frecuencia ha despertado cierta alarma social.
Liberan energía
Mercedes Feriche, responsable del Área de Prevención del Instituto Andaluz de Geofísica, intenta trasladar serenidad. «No es raro lo que está pasando en Málaga», asegura. Explica que todo el sur de la península está sometido a esfuerzos tectónicos que, al liberarse, generan estos eventos. Para ella, es parte de la geología viva de la región.
La experta profundiza en la peculiaridad de la costa malagueña. Allí, muchos terremotos son de profundidad intermedia, alrededor de los 80 kilómetros. «El camino que tienen que recorrer hasta la superficie hace de filtro», señala Feriche. Esto significa que la energía que finalmente sentimos es mucho menor que la liberada en el foco original.
Respecto a la posible conexión entre los cuatro eventos, Feriche aclara que no han ocurrido en la misma zona fuente. «No es imposible que al relajarse una zona se sobrecargue otra, pero es muy poco probable porque las profundidades son distintas», comenta. Su mensaje es técnico, pero tranquilizador: la situación está dentro de lo esperable.