Diego Colón de Carvajal, una vida al timón de la industria náutica balear

Dedicó su vida al mar y convirtió una empresa en crisis en un referente internacional. Diego Colón de Carvajal, CEO de Astilleros de Mallorca, acaba de recibir el Premio Brújula a la trayectoria personal y profesional, concedido por Gaceta Náutica dentro de los X Premios Timón. El galardón reconoce una carrera marcada por la tenacidad, la capacidad de adaptación y una vocación que —como él admite— parecía escrita en su apellido.

«He sido tremendamente feliz haciendo lo que me apasiona», confiesa Colón de Carvajal, que asocia su destino al mar desde la infancia. «Llamándome Colón y siendo hijo de un marino de los de verdad, era inevitable», recuerda en una entrevista con Gaceta Náutica. Su biografía recorre medio siglo de evolución náutica en España: de sus primeros pasos en la vela a su papel como director técnico en el primer desafío español de la Copa América.

Su llegada a Astilleros de Mallorca coincidió con uno de los momentos más críticos del sector naval europeo. En los años ochenta, la crisis obligó a redefinir el modelo productivo. «Astilleros de Mallorca ha sobrevivido porque siempre ha sabido adaptarse», sostiene. Bajo su liderazgo, la compañía abandonó la construcción de buques mercantes para especializarse en la reparación y mantenimiento de grandes yates, una decisión que garantizó su supervivencia y la situó en el mapa internacional de la náutica de alta gama.

No fue una transición sencilla. La empresa atravesó dos suspensiones de pagos y acumuló una deuda que amenazó con hundirla. Pero la apuesta por la calidad, la formación y el trabajo en equipo permitió enderezar el rumbo. «He vivido tiempos dulces y convulsos, pero siempre con un equipo comprometido detrás», resume el ingeniero, que lleva más de cuatro décadas vinculado al astillero.

A punto de cerrar una etapa, Colón de Carvajal mira hacia adelante con la misma calma con la que ha pilotado cada crisis: «La historia del astillero no acaba conmigo. El equipo que viene detrás está mejor formado y más preparado». Una frase que resume toda una filosofía: adaptarse, resistir y seguir navegando