Piden 20 años de cárcel para un hombre por asesinar a la madre de su expareja tras varias patadas en la cabeza

La Fiscalía ha solicitado una pena de 20 años de cárcel para un hombre acusado de matar a la madre de su expareja en la Colònia de Sant Jordi (Mallorca). Los hechos ocurrieron en 2024. En la acusación, se detalla que un hombre portugués de 47 años agredió brutalmente a la víctima, una mujer suiza de 74 años, propinándole patadas en la cabeza durante más de 15 minutos, lo que le causó la muerte en el acto. El juicio se llevará a cabo en las próximas semanas por un jurado porpular.

A pesar de que el acusado ya había roto con la hija de la víctima, después de una relación de 22 años, vivía con su exsuegra en la misma vivienda donde se produjo el supuesto asesinato. Según la Fiscalía, el hombre se dirigió hacia la mujer, que estaba en el porche de la casa. Posteriormente acometió contra ella, tirándola al suelo para acabar golpeándola de forma reiterada y violenta. Le dio «fuertes y numerosas patadas con su talón en la cabeza durante al menos 15 minutos».

Una vecina escuchó gritos y avisó a los servicios de emergencia. Sin embargo, cuando la Policía Local de Ses Salines llegó al domicilio, el cuerpo de la víctima ya estaba sin vida. La autopsia confirmó que el bestial ataque había provocado su fallecimiento, ya que presentaba graves fracturas y contusiones en el rostro. El presunto agresor fue detenido en el lugar de los hechos y, desde entonces se encuentra en prisión preventiva.

Tal y como apunta Diario de Mallorca, la Guardia Civil expone que el crimen se habría desencadenado tras una discusión por la falta de cerveza en la vivienda. No obstante, la Fiscalía no ha incluido este punto en su escrito.

No es la primera vez que el acusado está envuelto en episodios violentos, ya que tiene varios antecedentes de esta índole. Mantenía una convivencia conflictiva con su expareja y la madre de esta. De hecho, su expareja le denunció por malos tratos en junio de 2023. Finalmente, no la ratificó, lo que llevó a su absolución. Además, los tres vivían en la misma casa porque el hombre se negaba a abandonarla, a pesar de la ruptura sentimental con la hija de la víctima.

La expareja había vuelto a denunciar al hombre poco antes del homicidio, y la Policía lo incluyó en el sistema de seguimiento de casos de Violencia de Género con un nivel de riesgo medio.

La Fiscalía considera que el acusado actuó con alevosía, ya que la víctima no tuvo ninguna posibilidad de defenderse. Por ello, solicita para él una condena de 20 años de prisión por asesinato y el pago de 150.000 euros de indemnización a los herederos de la fallecida.