Foto derrumbe
Se derrumba parte de la torre islámica del Baluard de Sant Pere de Palma: «Tiene un valor máximo»
Afecta a un tramo del muro oriental de este Bien de Interés Cultural. ARCA pide la actuación «inmediata» al Ayuntamiento de Palma y el Consell de Mallorca
Uno de los muros de la torre medieval aneja al Baluard de Sant Pere de Palma —un elemento protegido y uno de los escasos vestigios visibles de la etapa islámica en Palm— ha sufrido un derrumbe de «importante gravedad», según ha denunciado la Asociación para la Revitalización de los Centros Antiguos (ARCA). La entidad patrimonial reclama ahora una intervención urgente al Consell de Mallorca y al Ayuntamiento de Palma, a los que acusa de «años de inacción».
El hundimiento afecta a la fachada oriental de la torre, situada entre la calle de la Pólvora y la de Sant Pere. Según ARCA, el desplome corresponde a un fragmento significativo del lienzo del muro, construido mayoritariamente en tapial y recubierto con mortero. En las imágenes difundidas por la entidad se aprecia la rotura, pero advierten de que «no es un derrumbe superficial» sino un colapso con profundidad estructural relevante.
La asociación recuerda que la torre, datada mayoritariamente en los siglos XIV-XVI y asentada sobre una base islámica anterior integrada en el cierre del baluarte, formaba parte del antiguo cuartel de armas de la puerta de Portopí. Su valor histórico, subraya ARCA, es «máximo», tanto por su antigüedad como por su singularidad dentro del sistema defensivo de la ciudad.
ARCA asegura que lleva «al menos ocho años» reclamando a ambas administraciones un proyecto de restauración integral para este Bien de Interés Cultural. «Sólo hemos obtenido buenas palabras y promesas de que el proyecto estaba en redacción», lamenta la entidad. «La falta de mantenimiento y la desatención del patrimonio tienen consecuencias muy negativas, y esto es la prueba».
La organización conservacionista reclama la actuación inmediata de un profesional especializado en restauración para evaluar el estado del conjunto y ordenar medidas de contención que frenen nuevos desprendimientos. Además, insiste en la necesidad de estudiar arqueológicamente los materiales caídos —tierra, piedra y posibles restos cerámicos— que pueden aportar datos relevantes sobre la estructura original.
ARCA recuerda que tanto la propia entidad como expertos reunidos en comisiones del Centro Histórico, entre ellos la arquitecta Joana Roca, han advertido reiteradamente del deterioro visible de la torre, especialmente de las pérdidas de mortero que ya comprometían su estabilidad.