El templo católico más rico del mundo no es la Basílica del Vaticano y está en España

Cualquiera hubiera pensado que el templo católico más rico del mundo es la Basílica del Vaticano con su piedra travertina, la Piedad de Miguel Ángel, el Baldaquino de Bernini y tantas otras riquezas y grandezas únicas en el núcleo de la Iglesia. Y puedo serlo, pero no en patrimonio artístico total exceptuando, por supuesto, los Museos Vaticanos.

La catedral con mayor patrimonio artístico del mundo está en Toledo, la catedral primada, que en 2026 va a celebrar ocho siglos de existencia. Su patrimonio de arte es el de mayor valor, entre las catedrales, según apuntó su deán: «Siempre suelo decir que patrimonialmente es la más rica del mundo. En cuanto a contenido patrimonial y cultural, en cuanto a pinacoteca, creo que no hay una catedral que tenga tanto, patrimonialmente, como la de Toledo».

Y lo es mayormente, como dijo el deán, por su pinacoteca, pero también por otras piezas y objetos, una colección única para su condición entre la que se encuentran diecinueve pinturas de El Greco, la mayor reunión en una iglesia del pintor estrella de la ciudad en el mundo. Carlos Dueñas, experto en la catedral y autor de La catedral de Toledo, afirmó en La Tribuna de Toledo: «Por eso es la 'Dives Toletana' (la Rica Toledana), porque la riqueza de la catedral de Toledo no la hay ni en Roma. En el Vaticano no hay diez órganos como hay en Toledo...».

Precisamente una exposición de toda su abundancia artística está previsto que sea el evento fundamental, dentro de la catedral, para celebrar el señalado aniversario el próximo año.

Su principal (y casi única) fuente de ingresos son las visitas, que aspiran a llegar al millón en 2026, después de las grandes dificultades durante la pandemia. La colección de la catedral no está toda expuesta y se está trabajando para ampliar el espacio expositivo.

Cuadros de Zurbarán y Rivera esperan en el «banquillo» para unirse a los de Goya, Tiziano, Van Dyck o Caravaggio que sí se pueden contemplar actualmente. Los Museos Catedralicios guardan joyas desconocidas.

Estos son la Sacristía, el Tesoro, la Sala Capitular, el Coro y el Transparente. En la bóveda de la Sacristía un fresco de Lucas Jordán representa la Descensión de la Virgen. Al fondo destaca El Expolio, que El Greco pintó allí mismo. También se halla el sepulcro de alabastro romano, obra de Salvatierra, del cardenal Luis de Borbón, del XIX.

Y en la adyacente sacristía arzobispal hay obras de Bassano o Bellini, entre otras. La Custodia Procesional de Enrique de Arfe destaca en el Tesoro. Fue encargada por el cardenal Cisneros y está realizada (en 1515) con oro procedente de América. En este lugar también se halla la Biblia de san Luis, regalada a Alfonso X el Sabio en 1258.

La Sala Capitular es otro de los Museos impresionantes y casi desconocidos de la catedral de Toledo, con pinturas de Juan de Borgoña, Goya o el discípulo de El Greco, Luis Tristán. La sillería alta del Coro está realizada en parte por Alonso de Berruguete, entre otros tesoros, y en Transparente destaca el retablo de mármol español y genovés, por detrás del Altar Mayor, que representa la Apoteosis del Santísimo Sacramento de la Eucaristía, obra de Narciso Tomé en 1732.

La catedral más rica del mundo en patrimonio artístico no se encuentra en el pequeño Vaticano (no hay catedral en el Vaticano y sí Basílica), sino en la pequeña Toledo, en su catedral primada, pequeña en tamaño, la ciudad, pero grande en Historia y patrimonio.