El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, preside el evento 'Un camino compartido: 40 años de España y Portugal en la Unión Europea'  JUANMA JIMÉNEZ/EUROPA PRESS 11/6/2025

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, junto a Felipe González este miércoles en ToledoJUANMA JIMENEZ

Page y Felipe González juntos en Toledo: «Europa fue el mayor acierto histórico tras la Constitución»

El presidente de Castilla-La Mancha y el expresidente del Gobierno, junto al exprimer ministro de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, han celebrado los 40 años de España en la Unión Europea en un acto

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha celebrado los 40 años de España en la Unión Europea en un acto en Toledo junto al expresidente del Gobierno de España Felipe González y el exprimer ministro de Portugal Aníbal Cavaco Silva. El jefe del Ejecutivo regional se ha autodefinido como un europeo convencido, al tiempo que ha defendido que España «tomó el camino correcto».

García-Page, que ha sido el primero en intervenir en este encuentro que se celebra en el Palacio de Fuensalida, ha subrayado que Europa, en su niñez, «fue la respuesta que esperábamos». «Era la gran respuesta a los grandes problemas» y desde su punto de vista «sigue siendo», ha enfatizado el presidente autonómico.

Reconozcamos por una vez en España que fue probablemente el mayor acierto histórico tras la Constitución del 78

Durante su intervención, ha apuntado que realmente es «importante» que en este momento «hagamos un reconocimiento» a estos 40 años y que «reconozcamos por una vez en España que fue probablemente el mayor acierto histórico tras la Constitución del 78». Fueron dos acontecimientos --ha rememorado-- que marcarán la historia «para muchísimo tiempo en España».

Ha aprovechado estas palabras para preguntarse «qué haríamos hoy si hoy tuviéramos que plantearnos entrar o no entrar» en la Unión Europea. Para el presidente de Castilla-La Mancha, esa pregunta «no tiene respuesta». «Lo mucho que ha cambiado España, nos impide dar una respuesta libre».

ETA tenía claro que la entrada en la Unión Europea era lo mejor para España

Pero sí --ha comentado-- «podemos hacer la pregunta al revés»: «¿Qué nos pasaría si no estuviéramos?», una pregunta que «flotó y mucho» -ha recordado García-Page- con motivo de los graves disturbios independentistas en Cataluña. «Lo que a mucha gente le hizo pensar que no se iba a ningún lado, que era un viaje a ninguna parte, era probablemente ese vértigo a no estar en Europa».

Ha sido en este punto en el que el presidente castellanomanchego no ha querido pasar por alto los atentados que cometió la banda terrorista ETA, coincidiendo con el acto de firma de adhesión. «Creo que incluso, ese día, hasta de la manera más macabra y mortífera, ETA daba la razón a la Unión Europea» ya que, según García-Page, ETA tenía claro que la entrada en la Unión Europea era «lo mejor» para España, para la democracia, en definitiva para la unidad de España porque «lo que salía ganando era el concepto mismo de unidad».

La inmensa mayoría nos definimos como europeos comvencidos

«La unidad hace la fuerza, que es exactamente lo contrario de lo que busca cualquier tipo de separatismo, que también es una forma de populismo actual», ha abundado García-Page, quien considera que España no solo «acertó» en tomar un camino, un camino que ha calificado de «correcto» y que «hay que seguir en él».

No obstante, el presidente de Castilla-La Mancha ha hecho hincapié en que «España hizo algo más» ya que «se completó en su perfil, en su definición como país y de lo que somos». «Somos europeos a fuerza de ser españoles», ha apostillado un García-Page que se ha dirigido a los que reclaman volver a hacerse la pregunta de qué somos para insistirles en que «se tomó el camino correcto», y ha defendido que la inmensa mayoría «nos definimos como europeos convencidos».

No hay cifra ninguna que no haya ido a mucho mejor desde nuestra incorporación a la Unión Europea

Toda la trayectoria política de García-Page va unida al concepto europeo, por lo que ha podido ser «testigo privilegiado» de cómo estaba España, de cómo han cambiado las cosas y de cuál ha sido la andadura y el crecimiento, así como de los «vaivenes» de la Unión Europea. Ha sostenido que en aquel entonces, la clave en España era entrar en Europa ya que era «un cúmulo», como pocas veces en la historia de España se haya dado, «de esperanza y de anhelo».

Ha admitido que es «difícil» defender la paz cuando se disfruta durante tanto tiempo continuado. Pero, a su juicio, conviene recordarlo hoy que vuelven por Europa a acampar «muchísimos síntomas de odio». «De odio al que piensa distinto, de odio al que cree en otro Dios o de odio al que viene de fuera», un gesto más de los muchos populismos que «nos adornan», ha reconocido.

Además, ha querido hacer énfasis en que para España entrar en la UE fue «un grandísimo salto de modernización». Solo en los primeros cinco años después de la entrada de la Unión Europea, España dobló el Producto Interior Bruto. «No hay cifra ninguna que no haya ido a mucho mejor desde nuestra incorporación a la Unión Europea», ha incidido.