La Custodia de la catedral de Toledo y Morante de la Puebla
Del oro de Isabel la Católica al oro de Morante, que también procesiona este jueves en el Corpus de Toledo
El torero sevillano, indiscutible máxima figura de la tauromaquia, protagoniza este jueves la corrida del Corpus Christi junto al peruano Roca Rey y el torero de la tierra Tomás Rufo
No se sabe de qué color será el vestido de Morante, el torero vivo que está en los cielos. Si se sabe el color, de oro como el de la mayoría de los trajes de luces de los matadores, de la Custodia de la catedral de Toledo, obra de Enrique de Arfe hace medio milenio.
Procesión del Corpus en Toledo
El mayor tesoro de los muchos que guarda la catedral más rica del mundo. La custodia que en su interior guarda una más pequeña que perteneció a Isabel la Católica. Oro y también plata, mayormente, como el color que es también el de los toreros.
Vestido de plata y chaleco de oro
La última tarde gloriosa del genio sevillano en Salamanca fue vestido de plata con medias blancas y chaleco de oro. Eso fue después, como acostumbra el de la Puebla, de procesionar hasta la plaza en coche antiguo. Otras veces lo hace en calesa: un esplendor «corpusiano» el del espectáculo único desde el hotel hasta la arena.
Morante de la Puebla en Salamanca
Como la procesión del Corpus Christi toledano, Morante perfuma su actuación de estética, igual que el tomillo envuelve las calles engalanadas de Toledo para ver pasar la Custodia sobre la Peana de los Ángeles, a hombros como los toreros triunfadores, también entre el romero y la mejorana.
El cuerpo y la sangre
No se sabe de qué color será el vestido de Morante, quien ha alcanzado el nirvana de la torería, o la gloria o la ascesis o la gracia de una Custodia medio milenaria en la pausa y el sitio y la belleza, la taleguilla roja de la sangre y del cuerpo en esa eucaristía morantista que se espera, en igual loor de multitudes, que sea el cierre de oro y plata y olores, la metáfora plena de la festividad religiosa más grande y más bella de España.