Descubre los vinos y viñedos de Albacete: Hasta cuatro D.O. que conquistan los paladares de España y el mundo

Albacete acoge en sus tierras una extensa tradición vinícola destacada principalmente por los grandes contrastes de sus viñedos. El sector es clave en lo que a generar riqueza se refiere, además del empleo creado durante las campañas de vendimia.

La provincia cuenta con alrededor de 82.000 hectáreas de cultivo de viñedo, de los cuales destaca un 22% de terrenos cultivados de forma ecológica. Los viñedos albaceteños son trabajados por cerca de 10.000 agricultores dedicados al producto.

Prácticamente la mitad de los viñedos, aproximadamente 41.000 hectáreas, están amparadas bajo alguna de las cuatro Denominaciones de Origen presentes en la provincia.

De tal modo, Albacete forma parte de la región vitivinícola más grande del mundo, aportando significativamente al reconocimiento de los vinos elaborados en Castilla-La Mancha. Sus cuatro Denominaciones de Origen son más diferentes de lo que cabría esperar, por ello merece la pena adentrarse individualmente en cada una de ellas.

D.O. La Mancha

El viñedo más grande del mundo con entre 500.000 y 600.000 hectáreas recoge una zona vinícola presente en territorios de Toledo, Cuenca, Ciudad Real y Albacete.

Unas 18.000 hectáreas pertenecen a Albacete y comparten una historia que se remonta a tiempos romanos, aunque vivió su verdadero auge tras la Reconquista. Sus múltiples menciones en el libro más universal escrito nunca en español por Miguel Cervantes, Don Quijote de la Mancha, auparon en popularidad los vinos de la zona.

En Albacete destacan los municipios de Villarrobledo, La Roda o Tarazona de la Mancha como grandes productores. Sus vinos son fruto de la gran cantidad de horas de sol que nutren sus viñas, que sumado a sus ciclos de maduración y la calidad de sus vides, convierten a sus vinos en productos de calidad extraordinaria.

La D.O. fue otorgada de manera oficial en 1932 y produce vinos tintos, blancos y rosados, a partir de variedades como Tempranillo, Garnacha o Airén, entre muchas otras.

Normalmente se saborean vinos frescos y con equilibro tanto en paladar como en calidad-precio. Casi el 50% de los vinos embotellados se venden más allá de las fronteras españolas.

D.O. Jumilla

Aunque la localidad que le da nombre forma parte de la región de Murcia, varias localidades al sureste de la provincia albaceteña están recogidas bajo la denominación de origen. Entre ellas, destacan por volumen de producción Hellín, Fuente-Álamo, Tobarra, Ontur o Albatana.

La D.O. compartida entre Murcia y Albacete, cuenta con unas 11.000 hectáreas de cultivo en la región. Cabe destacar que Jumilla prácticamente recoge el 40% de todo el territorio etiquetado homónimamente, en la que es sin duda una de las grandes ciudades del vino de España. La D.O. fue reconocida oficialmente en 1966 y se presenta como una de las más crecientes en exportaciones internacionales de los últimos años.

Entre sus variedades de uva se eleva por encima del resto la Monastrell, variedad autóctona de la zona destacada por su resistencia a la sequía, aunque también se encuentra Syrah o Garnacha Tintorera.

El clima, pese a su cercanía con el Mediterráneo es semiárido a consecuencia de los apenas 300 litros por metro cuadrado de lluvia media anual. Las temperaturas pueden superar los cuarenta grados en el verano y en invierno estar por debajo de cero.

Los viñedos destacan por sus suelos sueltos, pedregosos y calizos que dan lugar a vinos tintos, rosados, blancos, dulces y vinos de licor. Suelen ser vinos jóvenes con potente frutosidad y con fuerza tanto en olor como en sabor.

D.O. Manchuela

La de la Manchuela es una de las D.O. con reconocimiento más reciente, se le otorgó dicha diferenciación en el año 2000. Abarca zonas de Cuenca y Albacete destacándose Casas Ibáñez, Fuentealbilla, Villamalea o Madrigueras como grandes productores alrededor de sus 4.000 hectáreas.

La Denominación de origen explota variedades autóctonas como Bobal (tinta) y Albillo (blanca) compartiendo buena acidez y tonos afrutados en sus vinos, normalmente jóvenes con creciente proyección en mercados gourmet y ecológicos.

Su viñas se asientan en terrenos arcillosos entre 600 y 700 metros sobre el nivel del mar con una media de 13 grados de temperatura anuales.

D.O. Almansa

Integrada por doce bodegas de ocho municipios como Almansa, Alpera, Bonete o Pétrola, la Denominación de Origen se extiende a lo largo de 7.000 hectáreas. La calificación oficial en su etiquetado la recibió en 1966, tras una extensa tradición que se remonta a tiempos de la Reconquista cristiana, aunque en la zona hay restos arqueológicos referentes al vino que datan de era romana.

Al este de la provincia aparecen unos vinos caracterizados por su intensidad de color, recios, pero suaves y de paladar marcado. Las variedades uva utilizadas por excelencia en Almansa son Cencibel, Garnacha, Meseguera, Airén y Monastrell.

Su clima mediterráneo continentalizado con máximas de 38 grados y mínimas hasta los 6 bajo cero, sumado a las escasas lluvias son los condicionantes con los cuales los viticultores almanseños trabajan en la elaboración de sus diferentes añadas de vino.