CocaínaTemel en Pixabay

Trainspotting no lo contó todo: cocaína y alcohol, el combo que reescribe el cerebro

Un estudio pionero de la Universidad de Castilla-La Mancha revela cómo la combinación de estas dos sustancias altera regiones clave del cerebro implicadas en el placer, la ansiedad y el sueño

Consumir cocaína y alcohol al mismo tiempo no solo es una práctica común en contextos recreativos, especialmente entre jóvenes, sino también una bomba de relojería para el cerebro. Así lo demuestra una investigación pionera liderada por la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), en colaboración con la UNED, que ha revelado por primera vez cómo esta mezcla potencia los efectos dañinos de ambas sustancias y altera profundamente áreas cerebrales relacionadas con las emociones, el control de impulsos y la adicción.

Un daño cerebral más profundo que con cada droga por separado

El estudio, encabezado por la investigadora Inmaculada Ballesteros Yáñez desde la Facultad de Medicina de Ciudad Real, ha sido publicado en la revista científica Neurochemistry International. En él se ha demostrado que la administración conjunta de cocaína y alcohol produce un efecto sinérgico: el daño cerebral que provocan juntos es muy superior al que generan por separado.

Mediante una avanzada técnica de imagen molecular —espectrometría de masas por MALDI—, los investigadores analizaron el cerebro de ratas expuestas crónicamente a estas sustancias. Los resultados fueron contundentes: la amígdala, una región clave en la regulación emocional, fue la más afectada. Allí se registraron importantes descensos en proteínas del sistema GABA-érgico y opioide, responsables de regular el placer, la ansiedad y el control de impulsos.

Más allá de la adicción: sueño, estado de ánimo y neurodegeneración

Pero los daños no se limitan al sistema emocional. El estudio también detectó alteraciones en más de un centenar de proteínas relacionadas con el estado de ánimo, la neurodegeneración y los ciclos de sueño y vigilia. La combinación de cocaína y alcohol desajusta rutas cerebrales que podrían explicar por qué esta mezcla multiplica el riesgo de dependencia, trastornos mentales e incluso dificultades para dormir.

Un paso clave para comprender el cerebro adicto

Según los autores, este hallazgo permite entender de forma más realista y compleja los mecanismos que hay detrás de la adicción. Además, abre la puerta al desarrollo de nuevos biomarcadores que ayuden en el diagnóstico y tratamiento de estas patologías.

Equipo investigación UCLMGabinete de Comunicación UCLM

El trabajo ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, el Plan Nacional sobre Drogas y el Instituto de Salud Carlos III, y ha contado con la participación de científicos de primer nivel como Pilar Alberdi, Carlos A. Castillo Sarmiento (UCLM), Alberto Marcos y Emilio Ambrosio (UNED).