Oro La Senda AlmazaraJose Angel Gijon

El oro líquido que nació en La Solana y hoy brilla entre los aceites más saludables del mundo

Una familia de la localidad ciudadrealeña convierte su legado en excelencia internacional con un AOVE premiado por su calidad y beneficios para la salud

En el corazón de La Solana, entre tierras que respiran historia y tradición manchega, late un olivar distinto. Allí, bajo un sol que madura despacio cada fruto, nació un aceite que ha logrado situarse entre los mejores y más saludables del planeta. No es un mito ni un relato costumbrista: el AOVE Edición Limitada de Oro La Senda Almazara ha sido reconocido en la prestigiosa guía EVOOLEUM como el sexto aceite más saludable del mundo, con una puntuación de 609,7 en el ranking Healthy Order.

El galardón no solo es un sello de prestigio, sino también la confirmación de que La Mancha es capaz de producir excelencia con sabor a tierra, esfuerzo y familia.

Un proyecto familiar con raíces profundas

Detrás de este logro no hay grandes corporaciones ni campañas millonarias. Hay cuatro hermanos, los Jaime, que decidieron seguir la senda abierta por su padre, Alfonso, cuando en 2005 transformó sus parcelas en cultivo ecológico.

Ese gesto —arriesgado para la época— fue la semilla de un proyecto que hoy emociona. «Este reconocimiento renueva el espíritu de quien empezó todo, nuestro padre Alfonso Jaime», confiesa Manuel Jaime, CEO de la almazara. «Nos inspira a seguir trabajando con coraje, humildad y empeño para legar un proyecto sostenible y excelente a las futuras generaciones».

Jose Angel Gijon

En cada gota, dicen, late la memoria de su padre y el sueño compartido de un legado que no entiende de modas, sino de raíces.

El secreto: del olivo a la botella en menos de ocho horas

¿Qué distingue a este aceite del resto? La respuesta está en una mezcla de ciencia, respeto por el medio ambiente y tradición.

El proceso arranca en el campo, donde los olivos se cultivan de manera ecológica certificada, sin pesticidas ni químicos. La recolección, prácticamente manual, se hace con un criterio estricto: solo los mejores frutos llegan a la almazara.

Una vez allí, se muele en menos de ocho horas tras la recogida. La tecnología avanzada marca la diferencia: desde trituradoras con control de oxígeno hasta bodegas climatizadas que guardan el aceite como si fuese un tesoro, en completa oscuridad y a temperatura constante.

«Cada decisión cuenta: desde la batida vertical en ligera depresión hasta el uso de depósitos de acero inoxidable. Todo está pensado para preservar aromas, compuestos fenólicos y frescura», explica Manuel.

Un aceite con denominación y alma manchega

El AOVE de Oro La Senda cuenta con Denominación de Origen Campos de Montiel y el sello de calidad Campo y Alma, dos avales que lo enmarcan en una tierra que siempre supo que su oro líquido iba más allá de lo gastronómico.

Oro La Senda AlmazaraOro La Senda Almazara

Para los hermanos Jaime, el aceite es mucho más que un producto: es autenticidad, sostenibilidad, salud y cultura. «Queremos transmitir respeto por el olivar, pasión familiar y delicadeza en cada detalle, para llevar del campo a la mesa la esencia más pura de nuestro trabajo», afirma el CEO.

Una historia que se llama «Oro La Senda»

El nombre de la almazara no es casual. «Oro La Senda» refleja el camino recorrido, los pasos de varias generaciones que han convertido la humildad en excelencia. Es, como dice Manuel, «el oro líquido que nace del camino recorrido entre generaciones».

La construcción de la almazara moderna fue la culminación de ese sueño: un espacio donde la tecnología y la tradición se dan la mano para elaborar uno de los aceites más valorados del mundo.

Del campo manchego a las cocinas con estrella Michelin

Hoy, el aceite de La Solana viaja mucho más allá de sus campos. Puede comprarse en su tienda online o en espacios gourmet. Además, chefs de restaurantes con Estrella Michelín valoran su frescura, su intensidad vegetal y su textura única y lo incorporan a sus creaciones.

«El AOVE no es simplemente aceite de oliva: es salud, cultura y diferenciación en la mesa. La única manera de comprenderlo es probarlo», invita Manuel.

El futuro: oleoturismo y expansión internacional

El reconocimiento internacional no ha hecho que los hermanos pierdan el norte. Su objetivo es claro: seguir ampliando la presencia global sin perder la identidad manchega.

Quieren abrir las puertas de la almazara al mundo, a través del oleoturismo, para que cualquiera pueda vivir en primera persona la experiencia de ver cómo nace un aceite de excelencia.

«Continuaremos difundiendo un AOVE de extrema calidad, pero siempre con sensibilidad ecológica. Queremos que más personas descubran de cerca nuestra pasión», afirma el CEO.

Tradición y medicina natural

Cuando se le pide una definición breve, Manuel Jaime no duda: «El AOVE es tradición y medicina natural».

Y quizá ahí resida el verdadero valor de este aceite que ha conquistado al mundo: no es solo alimento, es cultura, salud y memoria. Un viaje desde los olivares de La Solana hasta las mesas más exigentes del planeta, con la humildad de quien sabe que lo extraordinario empieza siempre en lo sencillo.