Paco Núñez
Núñez reta a Page a desmarcarse de Sánchez y activar su ‘influencia’ en el PSOE
El líder del PP en Castilla-La Mancha reclama al presidente regional que retire el apoyo de los diputados socialistas a Pedro Sánchez, respaldado en las críticas internas lanzadas por el exdirigente Tomás Gómez
El presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, se ha mostrado de acuerdo con la opinión del exsecretario general del PSOE de Madrid Tomás Gómez, que ha apelado a la responsabilidad de dirigentes del partido para «echar a Pedro Sánchez», y ha exigido al presidente regional, Emiliano García-Page, que con esta opinión, haga lo propio para retirar su apoyo en el Congreso al presidente del Gobierno.
«Echar a Pedro Sánchez es una responsabilidad histórica para fortalecer nuestra democracia y no seguir poniéndola en peligro», ha afirmado Núñez tras las declaraciones del exsecretario general del PSOE de Madrid, Tomás Gómez, que considera que los actuales dirigentes socialistas tienen la «responsabilidad histórica de echar a Pedro Sánchez» de la Secretaría General del partido.
En la clausura del foro 'En defensa de la Constitución' en Toledo, Núñez ha exigido, en referencia a García-Page, que «critica todo lo que hace el PSOE pero después nunca hacen nada», que utilice los votos de los diputados de Castilla-La Mancha en el Congreso «para retirar el apoyo a Pedro Sánchez y para acabar con este ataque encubierto a la Constitución y al sistema democrático».
En su intervención en este foro, ha acusado a Pedro Sánchez de ser un «César de ocasión» que «pretende imponer una dictadura constitucional», tras «el permanente cuestionamiento a los jueces o el perverso abuso que ha hecho de la Fiscalía».
«Quienes ahora ocupan el poder ejecutivo no son más que soldados de fortuna, impulsores de un bonapartismo de un César de ocasión que pretende imponer una dictadura constitucional», ha afirmado.
Así, ha señalado que el PP de Castilla-La Mancha no va a permitir «esta imposición de una dictadura constitucional, de un cambio de las voluntades encubierto en la propia Constitución».
La Carta Magna necesita de una «buena dosis del espíritu perdido», según Núñez, con «desafíos tan apremiantes como el del independentismo o de quienes están pugnando por reabrir la caja de Pandora de la Guerra Civil».