Vino tinto
El vino de Castilla-La Mancha sale a conquistar España: 27 catas clave en 2026
La Fundación Tierra de Viñedos llevará los vinos de la región a cinco provincias y a grandes ciudades españolas con una estrategia de promoción reforzada
El vino de Castilla-La Mancha no quiere quedarse quieto. Quiere viajar, explicarse, servirse en copa y convencer paladar a paladar. Ese es el espíritu con el que la Fundación Tierra de Viñedos ha diseñado su hoja de ruta para 2026: un total de 27 catas que recorrerán las cinco provincias de la región y cruzarán fronteras autonómicas para llegar a algunas de las grandes capitales del país.
El objetivo es claro: mostrar en primera persona la calidad, diversidad y potencial comercial de los vinos castellanomanchegos, tanto al público general como a quienes prescriben y deciden qué se bebe en restaurantes y hoteles.
Un calendario que recorrerá toda la región… y saldrá fuera
De esas 27 citas, 21 serán catas comentadas abiertas al público, repartidas por las cinco provincias de Castilla-La Mancha. La previsión es alcanzar a cerca de 2.000 personas, que participarán como asistentes en encuentros pensados para aprender, degustar y entender el vino desde dentro.
Junto a ellas, la Fundación organizará seis catas profesionalizadas, un formato que ya ha demostrado su eficacia. Tres se celebrarán en territorio regional y las otras tres se proyectarán fuera, con la vista puesta en Madrid, Sevilla y Valencia, plazas estratégicas donde el vino de Castilla-La Mancha quiere ganar presencia en cartas y mesas.
La idea, como subrayan desde la Fundación, es sencilla pero decisiva: si el vino se conoce, se pide; y si se prueba bien explicado, se recuerda.
El vino, contado a quienes deciden
Antes de presidir el Patronato de la Fundación, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, defendía precisamente esa necesidad de salir al encuentro del canal profesional. Aunque la región produce vinos de «grandísima calidad», reconocía, todavía no son todo lo conocidos que deberían fuera de Castilla-La Mancha.
Por eso, estas catas profesionalizadas están dirigidas especialmente a restauradores, hosteleros y responsables de hoteles, con el objetivo de que incorporen referencias regionales a su oferta habitual y las recomienden a sus clientes con conocimiento y confianza.
Entre las novedades más destacadas del próximo año figura la puesta en marcha de talleres en centros formativos. Allí, los futuros hosteleros, camareros y sumilleres podrán conocer de primera mano los vinos que se elaboran en Castilla-La Mancha, aprender a servirlos, explicarlos y defenderlos.
La estrategia mira así al presente, pero también al futuro: formar a quienes mañana estarán detrás de una barra o al frente de una sala y decidirán qué vino se descorcha.
Un sector clave para la economía regional
La promoción no es solo cultural o gastronómica. Es también económica. El vino representa en torno al 5% del PIB de Castilla-La Mancha, una cifra que explica por qué la Fundación mantendrá en 2026 una dinámica de promoción constante, orientada a abrir mercados y generar oportunidades comerciales para un sector estratégico.
Balance positivo de un año cumplido
El plan para 2026 llega tras un ejercicio 2025 que la Fundación considera plenamente satisfactorio. Se han cumplido los objetivos marcados, con 19 catas abiertas al público que reunieron a unas 1.700 personas en distintas localidades de la región.
A ellas se sumaron otras siete acciones en colaboración con ayuntamientos y asociaciones, además de seis catas con perfil más profesional, dirigidas al sector de la restauración y la hostelería.
La Fundación también ha reforzado su presencia en citas clave como Feria Nacional del Vino, participando en programas de compradores internacionales, y ha impulsado contactos comerciales en mercados como los Balcanes.
Un camino que continuará en 2026 con la misma idea que lo vertebra todo: que el vino de Castilla-La Mancha no solo se produzca en cantidad, sino que se conozca, se valore y se elija.