Ocho de los alojados en el seminario son Cristina y su familia, formada por tres niños de corta edad y cinco adultos. Ella, nacida en Valladolid y residente en Girona pero descendiente de Destriana, donde veranea, también tuvo que salir con mucha prisa hacia Astorga. Los pequeños, dice, tenían un poco de miedo, pero están viviendo la experiencia más como una excursión que como el drama medioambiental que ella lamenta. La fotografía enseña otra recogida de alimentos, en León, para los afectados por los incendios de La Valdería.