Palacios de Jamuz (León) queda prácticamente calcinado
Un militar de la UME graba cómo las llamas devoran un pueblo entero: «Nunca había visto esto»
Los trabajados de extinción en los incendios que asolan Castilla y León no han parado en toda la noche, intentando lograr la estabilización de las llamas en un perímetro muy extendido. El primer objetivo es la protección de las poblaciones, por lo que durante la tarde de ayer se desalojaron 23 poblaciones, que se suman a las seis ya evacuadas el pasado lunes.
La UME (Unidad Militar de Emergencias) junto con voluntarios y Bomberos han estado trabajado sin descanso en las horas nocturnas para abrir cortafuegos y mover tierra, volviendo la ayuda aérea con las primeras luces del día, en una jornada que los responsables del operativo prevén complicada por las rachas de viento cambiantes, junto al mantenimiento a la baja de las altas temperaturas.
La tarde de ayer fue muy complicada con el contante goteo de poblaciones desalojadas con un primer desalojo de unos 300 vecinos de las localidades de Herreros de Jamuz, Palacios de Jamuz, Quintanilla de Florez y Quintana y Congosto.
Apenas dos horas después se ordenaba a la Guardia Civil el desalojo de otras nueve localidades: Genestacio de la Vega, Quintana del Marco, Villanueva de Jamuz, San Juan de Torres, Altobar de la Encomienda, Alija del Infantado, Jiménez de Jamuz, Santa Elena de Jamuz y La Nora del Río, que sumaban otros 3.000 vecinos evacuados.
En Palacios de Jamuz (León), un efectivo de la UME grabó en la noche de ayer un vídeo que muestra en primera persona el infierno al que se enfrenta. «Es la primera vez que estamos (la UME) en un pueblo y se ha quemado entero», asegura el militar. Decenas de efectivos han combatido las llamas en esta localidad para tratar de salvar una vivienda habitada, pero han tenido que ver como el resto de casas ardían sin remedio.
«Me he caído de un tejado, estoy un poco cojo, pero bueno, salvé una casa...», se resigna el mlitar. El vídeo concluye con un mensaje tranquilizador: «Estamos sanos y salvos, tenemos ruta para escapar. (...) Os quiero».