Polvorones, pastas de té, nevaditos... los siete conventos de Castilla y León con Solete Repsol

La Guía Repsol reconoce por primera vez el trabajo de las monjas reposteras. Quien quiera probar este tipo de dulces tiene oportunidad de hacerlo en la feria Dulce Tentación, que se celebrará en Valladolid entre los días 12 y 14 de diciembre

Lorena Torío

Convento de las clarisas (Soria)

El convento de las clarisas de Soria está ubicado en la iglesia de Santo Domingo, Bien de Interés Cultural desde el año 2000. Es allí donde las monjas de Santa Clara elaboran sus conocidas pastas de té, nevaditos, feos y las trufas de chocolate, entre otros manjares.

Ayuntamiento de Soria

Convento de Santa María la Real de las Dueñas (Zamora)

El obrador zamorano de Santa María la Real de las Dueñas es famoso por sus rosquillas del Ángel, elaboradas con azúcar, almendra y raspadura de limón. Las monjas dominicas también preparan amarguillos, rosquillas y sequillos.

Tamorlan

Convento de las Concepcionistas (León)

Fundado por la noble Leonor de Quiñones en el siglo XV, el convento de las Concepcionistas de León pertenece a la orden de la Inmaculada Concepción, fundada en Toledo por Santa Beatriz de Silva. Sus monjas de clausura hacen «dulces exquisitos» y, por encargo «también venden empanadas y, en Navidad, los turrones son top», dice la Guía Repsol.

www.león.es

Convento de Santa Isabel (Valladolid)

El convento de Santa Isabel es un referente gastronómico de Valladolid desde hace décadas. La congregación de madres clarisas endulza a vallisoletanos y forasteros con sus famosas roscas fritas, aunque también venden unas riquísimas yemas, mazapanes y muchos otros dulces artesanales. Este reconocimiento, explican los expertos de la Guía Repsol, pone en valor «el trabajo minucioso y artesanal» de estas religiosas.

Ayuntamiento de Valladolid

Convento de la Piedad (Palencia)

El Convento de la Piedad, en pleno corazón de la ciudad, pertenece a la orden de las religiosas dominicas. Destaca por la producción artesanal de dulces navideños elaborados con recetas heredadas, y por mantener vivas técnicas de repostería conventual que se han transmitido durante siglos. Las empanadas, los bollos de almendra y las rosquillas de Santa Rosa son algunos de sus dulces más reconocidos.

Ayuntamiento de Palencia

Monasterio de Santa Cruz (Sahagún, León)

Los dulces de las monjas benedictinas de Sahagún han conquistado a los expertos de la Guía Repsol. Además de elaborar exquisitos empiñonados, amarguillos o polvorones también manejan con maestría las redes sociales. «¿Sabes que se pueden hacer prácticas de monja? Las jóvenes que se planteen que el Señor las está llamando a la vida consagrada pueden venir unos días a vivir en nuestro monasterio», recuerda la guía.

Turismo Castilla y León

Iesu Communio (Aranda de Duero, Burgos)

A las afuera de Aranda de Duero se encuentra el Monasterio de La Aguilera, donde las hermanas de Iesu Communio elaboran exquisitos dulces artesanos como las delicias de almendra, el turrón de las monjas o el bombón de mazapán. «En el año 1978, nuestras hermanas mayores iniciaron una monacal confitería, dando comienzo a la fabricación y venta de nuestros primeros y más tradicionales productos», explican las religiosas. Además de repostería, centenares de jóvenes vestidas con hábito de tela vaquera también diseñan piezas de artesanía y flores preservadas.

Pato vía wikipedia