Alumnos en exámenes
Profesores se rebelan contra la politización del sistema educativo en Cataluña
Nace Docentes Libres, una plataforma que denuncia, entre otras cuestiones, el «adoctrinamiento en las aulas». De hecho, en los exámenes de Historia de la selectividad se ha preguntado sobre Franco, la república catalana o el catalanismo
Docentes Libres nace para ser «un altavoz para todos aquellos profesores que no están de acuerdo con el uso político y partidista de los centros educativos y quiere dar voz a todo este colectivo que se siente silenciado que no puede manifestarse por diversas circunstancias, muchas veces laborales, y se ven obligados a callar». Es lo que decía a El Debate Carlos Silva, profesor y portavoz de esta plataforma que quiere aglutinar a profesores de Primaria y de Secundaria.
No sólo ser un altavoz, sino también ser «una red de apoyo» para estos docentes, que incluso podrán contar con apoyo jurídico de la nueva plataforma, si fuera necesario. Para Silva se trata de romper la imagen que se ha creado a través de «falsos consensos», como que el profesorado arropa la política educativa del Govern. Una imagen, que reconoce Silva, viene motivada por el silencio de esos docentes que no se atreven a alzar la voz.
Y no se atreven, añade, porque «de ese silencio depende la continuidad en su colegio, de su carrera profesional, incluso». Poder continuar depende, en buena manera, recuerda, del director, que cada vez tiene más poder en el centro para decidir sobre estas cuestiones. De ahí que deje claro que «los profesores que no comulgamos con las políticas de la Generalitat nos sentimos desasistidos y solos. Estamos en una situación muy complicada». E insiste: «es un silencio basado en no buscarte problemas y sentir que puedes quedar desplazado».
Según Silva, el impulso de esta plataforma, Docentes Libres, pero de otras entidades, como la Asamblea por una Escuela Bilingüe o de Universitarios por la Convivencia, pretende «recuperar pequeños espacios de normalidad», como reivindicar una educación bilingüe y libre de adoctrinamientos. Sin ir más lejos, la plataforma ha denunciado los exámenes de selectividad de Historia en Cataluña (que, por cierto, abarca sólo desde 1875 hasta la actualidad), y que a su juicio, es un reflejo de la política educativa de la Generalitat por los temas que han salido en las pruebas: Franco, el catalanismo, o la República Catalana.
Por ejemplo, en una de las pruebas y a partir de una fotografía de Franco en un balcón de Via Laietana, en Barcelona, se ha pedido explicar el franquismo antes de 1945 o su política exterior entre 1939 y 1953. También se ha incluido un fragmento de la proclamación de la República Catalana por parte de Francesc Macià en 1931, para explicar cómo surgió y los hechos que llevaron a hacer el Estatut de 1932. En otro de los ejercicios se ha preguntado por el catalanismo conservador.
Silva ha defendido el papel de la sociedad civil, de las entidades cívicas que están plantando cara a la Generalitat, pero también considera que, si no actúa el gobierno central, no habrá una solución definitiva. Y en este sentido, confía en que alguna vez se deje de considerar a Cataluña y a los catalanes «una moneda de cambio» que «estamos abandonado a nuestro destino porque los gobiernos de España deciden que es mejor utilizarnos como rehenes, en cierta manera del nacionalismo, a cambio de sus apaños y acuerdos para hacer viable la política nacional».
Y un ejemplo, según Silva, de que la «resistencia» de estas entidades funciona, es que «la Generalitat se encuentra entre la espada y la pared» y actúa siempre «a remolque». Todo ello, a raíz de la sentencia que le obliga a que al menos un 25 % de las clases se den en castellano en todo el sistema educativo. «Están desesperados», resume ese profesor, quien también lamenta que la «reiterada desobediencia del Govern es su plan, su estrategia para conseguir sus objetivos». Y lamenta que haya llevado esta cuestión, el desacato a una sentencia judicial a las propias escuelas, haciendo «un uso evidente de los centros educativos que también supone una vulneración de los derechos de los docentes».
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