Pere Aragonès en la primera edición del programa 'Pregunta al 'president'
Cataluña
Aragonès responde sobre adicciones o educación sexual en un nuevo formato: ‘Pregunta al president’
Ha reunido a una docena de jóvenes que le han hecho preguntas «sin filtros», según destacan desde el Govern. Ni una ha sido de índole política
No corren buenos tiempos para el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Entre otras cosas, porque su formación, ERC, lleva dos elecciones consecutivas sufriendo un fuerte retroceso. Y también su figura como presidente está siendo cuestionada desde el propio independentismo. Y para intentar recuperar terreno, se ha lanzado a probar un nuevo formato de entrevistas, con preguntas «sin filtros», que en esta primera edición le hacían un grupo de jóvenes. Y ahí aparecía Aragonès, sin corbata, siempre de pie, y micro en mano. Así ha estado poco menos de una hora.
La portavoz del ejecutivo, Patricia Plaja, ha moderado este acto. Primero para destacar las bondades de este nuevo formato porque «la democracia en el siglo XXI requiere de unas instituciones abiertas y transparentes», decía. Y posteriormente para ensalzar la cercanía del presidente de la Generalitat, de quien destacaba que «está acostumbrado a conversar con todos los que se le acercan. Y los que lo conocemos un poco más, sabemos que es así, muy de la distancia corta», precisaba.
Preocupación por tradiciones catalanas
Aragonès decía que la idea del formato es que en este caso los jóvenes, le puedan trasladar sus preguntas e inquietudes, y que son diferentes a las que se le pueda plantear en una rueda de prensa. Según aseguraba Plaja, el Govern desconocía el contenido exacto de las preguntas, que han versado, por ejemplo, sobre la segregación escolar que le ha planteado una representante del colectivo gitano, Laia Cortés; sobre la educación sexual en las escuelas; cómo hacer frente al consumo de drogas entre los jóvenes; o también se ha hablado el «sexilio», que se produce cuando personas se van del campo a la ciudad para vivir su sexualidad más libremente; también un joven ha mostrado su preocupación porque se puedan perder algunas costumbres y tradiciones catalanas, como el «ball de bastons» (baile de bastones) o los «Gegants» (gigantes).
Sorprendente o no, los jóvenes le han preguntado solo sobre cuestiones sociales, no políticas, como las negociaciones para la investidura del presidente del Gobierno, por ejemplo. No eran preguntas de las que el gobierno catalán conociera su contenido, pero lo cierto es que han permitido a Aragonès sacar pecho de la acción de su ejecutivo, como el incremento de la inversión en cultura, en lengua; la creación de la consejería de Igualdad y Feminismos; o el pacto contra la segregación escolar. Este formato se repetirá una vez cada trimestre.
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