Las cúpulas de Junts y el PNV reunidas en Bilbao
El laberinto catalán
El PNV y Junts analizan concurrir juntos a las elecciones europeas
Para los partidos separatistas catalanes tener trato fluido con sus homólogos vascos es muy importante, dado que su mala relación les impide negociar conjuntamente con Sánchez
Tradicionalmente el lendakari vasco y el presidente de la Xunta de Galicia pactaban la fecha de las elecciones autonómicas, pero la salida por la puerta de atrás de Iñigo Urkullu ha dado al traste con esta práctica. Galicia acudirá a las urnas el 18 de febrero y el País Vasco aún no tiene fecha.
Las elecciones vascas tienen nuevos protagonistas. Urkullu ha sido sustituido por Imanol Pradales y Bildu ha situado a Pello Otxandiano como candidato. En realidad es una confrontación entre Andoni Ortuzar y Arnaldo Otegui a través de sus respectivos candidatos. La precampaña vasca es seguida con especial interés desde la Cataluña oficial. ERC, y en especial su secretario general, Oriol Junqueras, es un habitual de las manifestaciones de los bilduetarras y Otegui ha sido recibido siempre en la Generalitat y el Parlament casi como un jefe de Gobierno. Los republicanos y Bildu comparten grupo en el Senado y su relación es muy fluida.
Junqueras y Otegi, antes de una manifestación a favor de los presos de ETA en 2021
Por su parte, Junts se quedó sin interlocución con el PNV en 2017. Urkullu atendió la petición de Rajoy de mediar frente a Puigdemont para que el por entonces presidente catalán no ejecutara la declaración de independencia que había suspendido el 9 de octubre y convocara elecciones autonómicas. Pero Puigdemont, presionado por ERC, cedió a las exigencias de Marta Rovira y Gabriel Rufián e hizo caso omiso de Urkullu. Luego vino la expulsión de los eurodiputados de Convergencia del grupo liberal europeo por corrupción y los neoconvergentes se sintieron traicionados por el PNV, con el que compartían grupo en Bruselas, al considerar que estos no habían hecho nada para evitar su salida de Renew Europe.
Junqueras y Puigdemont trasladan su eterna batalla personal y política al escenario vasco, pero para Puigdemont la alianza con Ortuzar es clave
Los caprichos de la aritmética parlamentaria permitieron la recuperación de la influencia de Puigdemont y llevaron a Ortuzar a peregrinar hasta Waterloo, y ahí renació la histórica relación entre el PNV y Junts.
Para los partidos separatistas catalanes tener trato fluido con sus homólogos vascos es muy importante, dado que su mala relación les impide negociar conjuntamente con Sánchez. Y para tener influencia más allá de los siete votos que aporta cada uno, intentan atraer los seis y cinco miembros que Bildu y el PNV tienen respectivamente. En la legislatura anterior Junts no formaba parte del Frankenstein y la relación entre ERC y el Gobierno recaía esencialmente en Podemos, con quien los republicanos tienen mejor relación que con Sumar.
Junqueras y Puigdemont trasladan su eterna batalla personal y política al escenario vasco, pero para Puigdemont la alianza con Ortuzar es clave, dado que actualmente es un diputado no inscrito en el Parlamento Europeo y pretende que el PNV vuelva a abrirle las puertas del grupo liberal para abandonar así su aislamiento en Bruselas. En Junts tenían vedado su reingreso al grupo liberal, puesto que actualmente Cs forma parte del mismo, pero la más que posible salida de los naranjas de la cámara europea y el apoyo del PNV a su regreso hace viable que Puigdemont abandone la montaña del hemiciclo europeo. Los liberales europeos suplirían parte de la pérdida de miembros de Cs con la entrada de los de Puigdemont, y ambos partidos están ya planteando una posible alianza al estilo de la que conformaron en las europeas de 2004 bajo de denominación Galeusca.
Ortuzary Puigdemont, en su reunión en Waterloo el pasado septiembre
El sistema electoral de las europeas, con España como circunscripción única, premia las candidaturas que consiguen captar votos por todo el país. Junts tiene actualmente tres diputados y el PNV uno. Presentándose conjuntamente junto a algún otro partido nacionalista de otras comunidades autónomas podrían aspirar a retener sus cuatro miembros, dado que España gana dos eurodiputados en las próximas elecciones.
Los líderes de ERC y Junts serán muy activos en la campaña vasca, dado que ven las mismas como una antesala de las elecciones catalanas que se celebrarán a finales de este año 2024. El último euskobarómetro reducía la ventaja del PNV frente a Bildu de los diez diputados actuales a solo cuatro, y tanto para ERC como para Junts contar con el apoyo de un lendakari afín durante su campaña electoral sería un factor importante en la búsqueda de ambos de legitimidad independentista frente a su electorado.
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