El presidente de ERC, Oriol Junqueras

El presidente de ERC, Oriol Junqueras

ERC consultará a la militancia sobre la investidura tras los «complejos resultados» del 12-M

La ejecutiva nacional de ERC ha acordado este viernes por la tarde que la militancia del partido valide a través de una consulta electrónica el posicionamiento del partido sobre una futura investidura del nuevo presidente de la Generalitat tras los «complejos resultados» del las elecciones del 12 de mayo.

En un comunicado, los republicanos han explicado que la ejecutiva también ha acordado que la secretaria general del partido, Marta Rovira, coordine las negociaciones para la constitución del nuevo Parlament y las de la investidura. El partido de Oriol Junqueras ha decidido «poner el foco y centrar los esfuerzos de toda la formación» en la campaña de las europeas que comienza el jueves.

La decisión llega después de que el presidente de la Generalitat en funciones y candidato de ERC en las últimas elecciones, Pere Aragonès, anunciara esta semana que deja la primera línea política, y de que Junqueras también comunicara que dejará el cargo temporalmente para reflexionar sobre su futuro de cara al Congreso Nacional del partido del próximo noviembre. Rovira anunció por su parte que no se presentará a la reelección en el cargo y el viceconsejero de Estrategia y Comunicación de la Generalitat en funciones, Sergi Sabrià, dejará la política institucional cuando se forme el nuevo Govern.

Y ante este panorama interno tan convulso, se ha decidido que sea la todavía secretaria general, Marta Rovira, que reside en Suiza, la que se encargue de tomar las riendas de las negociaciones para la formación del nuevo ejecutivo y también de la Mesa del Parlament.

Lo cierto es que los republicanos se han llevado un auténtico varapalo en estas elecciones autonómicas, han perdido 13 escaños al pasar de 33 a 20 diputados. Pero aun así, son claves en la gobernabilidad de Cataluña y entran en todas las quinielas posibles para formar gobierno, tanto si se trata de un tripartito con PSC y comunes; como si es un ejecutivo independentista, junto a Junts y tal vez la CUP.

Y la decisión de ERC no es fácil, porque puede desencantar aún más al electorado. Pero es que si no se decide por una de las opciones, podría contribuir al bloqueo político y a una repetición electoral que no cogería a la formación en las mejores condiciones. No solo porque podría perder aún más apoyos y quedarse en una situación más débil, sino porque estaría sin candidato. Pere Aragonès abandona la primera línea política, y podría no haber entrado en vigor la ley de amnistía, si es que se presentan prejudiciales al Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), por lo que Oriol Junqueras continuaría con su inhabilitación.

Mesa del Parlament

De momento, en el horizonte más cercano está la constitución de la Mesa del Parlament, que no es un tema menor. Y es el presidente o la presidenta de la cámara decide qué candidato puede presentarse a la investidura después de consultar con los grupos parlamentarios. Así, por ejemplo, en las anteriores elecciones, las de 2021, Salvador Illa quiso someterse a una sesión de investidura tras haber ganado los comicios, pero la entonces presidenta del Parlament, Laura Borràs (Junts), lo impidió. Su argumento fue que no contaba con los apoyos necesarios, y finalmente fue Pere Aragonès el que se presentó para formar un gobierno de ERC y Junts.

En cuanto a la formación de gobierno, todas las opciones están abiertas. Y es que tanto el socialista Salvador Illa, como el líder de Junts, Carles Puigdemont, han anunciado que se van a presentar a la investidura. Teniendo en cuenta esta situación, está la posibilidad de que pueda haber la fórmula de un tripartito con PSC, ERC y comunes, que conseguirían la mayoría absoluta de 68 diputados. Hay sectores de la formación republicana que apuestan sin ambages por esta fórmula, como es el caso del exdiputado Joan Tardà.

Pero también hay quienes defienden que la política de alianzas con el Partido Socialista no les ha reportado ningún beneficio y así lo demostrarían los resultados electorales. Este sector crítico cree que este pacto solo ha servido para «blanquear al PSOE». Y lo que piden es un rearme del mensaje independentista, porque al fin y al cabo la secesión de Cataluña es el objetivo del partido. Y, por lo tanto, abogan por recuperar la unidad independentista.

La segunda posibilidad para formar gobierno es que Carles Puigdemont sea el presidente de la Generalitat. Esta es la opción que parece más complicada, puesto que solo contaría con los hipotéticos votos de ERC y de la CUP, del bloque independentista. Pero no llegaría a la mayoría absoluta y necesitaría también la abstención del PSC, el claro vencedor de las elecciones. Y esta posibilidad la ha rechazado de plano el partido socialista.

Pero el panorama se complica aún más, puesto que en el caso de que ERC se ponga de perfil, desde Junts ya han advertido al PSC de que si cuentan con el apoyo por acción o por omisión del Partido Popular, dejarán caer al gobierno de Pedro Sánchez, puesto que «no tendrían sentido» los acuerdos alcanzados con el PSOE.

En cualquier caso, se abren diferentes fases de una negociación que se prevé larga. Se puede intuir por dónde pueden ir los tiros con la constitución de la Mesa del Parlament. Y la fecha límite para hacerlo será el 10 de junio, justo después de las elecciones europeas.

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