Jardines del Mossèn Costa i Llobera. Fuente; Ayuntamiento de Barcelona

Jardines del Mossèn Costa i Llobera. Fuente; Ayuntamiento de Barcelona

Ocio y cultura

Ocho jardines espectaculares sin salir de Barcelona

Conoce los enclaves naturales únicos que puedes visitar en la ciudad condal

Si necesitas tomar el aire o disfrutar de la naturaleza entre tanto cemento, te proponemos unos cuantos lugares en Barcelona que te harán olvidar que sigues en la ciudad.

Barcelona, una ciudad frenética y con diversidad de oferta lúdica, también dispone de un entorno natural ideal para pasear y desconectar. A veces se trata de lugares un poco escondidos, pero que vale la pena buscar. Espacios en los que se respira un ambiente especial y en los que poder disfrutar de la simetría de la naturaleza e incluso arte e historia de la ciudad.

1. Parque de Cervantes

Parque de Cervantes de Barcelona. Fuente: Ayuntamiento de Barcelona

Parque de Cervantes de Barcelona. Fuente: Ayuntamiento de Barcelona

Escondido en el barrio de Pedralbes, justo al lado de la zona universitaria se encuentra este parque con una particularidad especial: 11.000 rosaledas de 245 variedades de rosas diferentes. Podrás deleitarte con la pérgola cubierta de flores y vegetación. Por si fuese poco, dispone de área de juego infantil y mesa de ping-pong

2. Invernadero de la Ciutadella

Hivernacle parc de la Ciutadella. Fuente: Ayuntamiento de Barcelona

Hivernacle parc de la Ciutadella. Fuente: Ayuntamiento de Barcelona

El Invernadero del Parc de la Ciutadella tiene una vida muy vivida: ha albergado exposiciones, en los 90 hubo un bar e incluso se instalaron gradas para hacer conciertos. Muy recientemente, a finales de 2023, se rehabilitó siguiendo el modelo de 1888. El modernista catalán Alexander Riqué construyó unos elementos en la fachada con motivos vegetales y florales que harán que valga la pena levantar la cabeza para verlos. También abunda la flora en las naves Picasso y la Magnòlies.

3. Jardín botánico

Jardín Botánico. Fuente: Ayuntamiento de Barcelona

Jardín Botánico. Fuente: Ayuntamiento de Barcelona

El Jardín Botánico, ubicado en Montjuïc, es el lugar para acercarse a la botánica. Se divide en cinco paisajes del mundo, cada uno con la flora propia, pero todos de clima mediterráneo. Así, el visitante puede comprobar las similitudes y diferencias entre las zonas representadas: California, Sudáfrica, Australia y la cuenca mediterránea. Cada estación altera el mosaico de paisajes, de la aridez estival al despertar de colores primaverales.

Jardines de la Fundació Julio Muñoz

Jardines de la Fundació Julio Múñoz Ramonet

Jardines de la Fundació Julio Múñoz Ramonet. Fuente: Ayuntamiento de Barcelona.

El jardín de la finca está a la altura de su esplendor: es un recinto de 3.568 m², diseñado por el paisajista Nicolas Forestier, y que contiene esculturas renacentistas de artistas como Josep Dunyach i Sala. Un lugar ideal para pasear y desconectar del mundanal ruido.

5. Jardines de la Tamarita

Jardines de la Tamarita. Fuente: Ayuntamiento de Barcelona

Jardines de la Tamarita. Fuente: Ayuntamiento de Barcelona

En el corazón de Sant Gervasi se hallan estos jardines construidos por la burguesía del s. XIX para poblar de vegetación sus residencias. Estos jardines constan de dos partes. La primera es un jardín clasicista de fuentes, esculturas, zarzales y parterres alrededor de la casa señorial, que actualmente aloja la Fundación Blanquerna. La segunda es una extensión de hierba y árboles con una zona habilitada para juegos infantiles.

6. Jardines Mossèn Costa i Llobera

Jardines del Mossèn Costa i Llobera. Fuente; Ayuntamiento de Barcelona

Jardines del Mossèn Costa i Llobera. Fuente; Ayuntamiento de Barcelona

Unos jardines de lo más rompedores. Cuando entras en ellos parece que te hayas adentrado en un pedacito de México. Estos jardines de 6,15 hectáreas, creados en los años 70 en homenaje al poeta mallorquín Miquel Costa i Llobera, están ubicados en la parte de Montjuïc que da al Puerto y está protegida del viento del norte, lo que crea un microclima con una temperatura dos grados inferior a la del resto de la ciudad, y eso permite que haya 800 especies de cactus y otras plantas suculentas.

7. Jardines de Pedralbes

Jardines de Pedralbes. Fuente: Ayuntamiento de Barcelona

Jardines de Pedralbes. Fuente: Ayuntamiento de Barcelona

Un enclave tan idílico que, desde hace ya unos años, acoge al festival Les Nits de Barcelona. Perfecto para pasear o resguardarse del calor durante el tórrido verano en la ciudad condal, goza de una naturaleza privilegiada.

En los jardines del Palau de Pedralbes hay arte de distintas épocas. Por ejemplo, de la segunda mitad del siglo XIX, incluida una segunda obra del diseñador de La Pedrera y otras maravillas de la arquitectura mundial: la gaudiniana Fuente de Hércules, hecha con piedra y hierro forjado. De creación más reciente es la estatua con una localización más privilegiada dentro del conjunto: ‘Mediterrània’, de Eulàlia Fàbregas de Sentmenat, preside el estanque situado en la entrada del recinto.

8. Jardines del Palau de les Heures

Jardines del Palau de les Heures. Fuente: Ayuntamiento de Barcelona

Jardines del Palau de les Heures. Fuente: Ayuntamiento de Barcelona

Al sureste del parque del laberinto de Horta, en el distrito de Horta-Guinardó, se levanta un chateau construido a finales del siglo XIX por August Font i Carreras rodeado de hermosos jardines. Divididos en tres terrazas, estos jardines crecen en la falda de la sierra de Collserola con una vegetación simétrica y con formas geométricas. En la actualidad el palacio está cedido a la Fundación Bosch i Guimpera de la Universidad de Barcelona, que ha habilitado el edificio para acoger aulas y espacios dedicados a diversos másteres, postgrados, programas de perfeccionamiento y seminarios de la Universidad, así como también se encuentran las oficinas de Afers Generales y de Investigación del Campus Mundet. Es por ello que no se puede visitar.

Una curiosidad: durante la Guerra Civil el palacio fue expropiado y destinado a ser la residencia del presidente Manuel Azaña, a pesar de que nunca vivió allí. Quien sí vivió allí fue Lluís Companys para resguardarse de los bombardeos.

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