El nuevo órgano, en proceso de montaje.

El nuevo órgano, en proceso de montajeBisbat de Lleida

Religión

Desde Tokio, por mar y tierra: el insólito viaje por medio mundo del nuevo órgano de la catedral de Lérida

El obispado prevé inaugurarlo con un concierto el día de la fiesta de san Miguel, el 29 de septiembre

10.463 kilómetros. Esta es la distancia que ha recorrido por mar y tierra el nuevo órgano de la catedral de Lérida. Un viaje de medio mundo de distancia, desde el vibrante centro de Tokio hasta el interior de Cataluña, que culminará –según las previsiones del obispado– el próximo 29 de septiembre, con un concierto para celebrar la fiesta de san Miguel.

El nuevo órgano se empezó a montar en la sede episcopal leridana a principios de mayo, y ha llegado hasta aquí como resultado de una donación por parte de la fundación japonesa Ueno-Gauken. Se trata de un instrumento construido entre 1974 y 1975 por la firma alemana Klais Orgelbau y que hasta ahora se encontraba en el Ishibashi Memorial Hall de la capital nipona.

Un órgano de segunda mano

A finales del siglo XVIII, se construyeron en la Catedral Nueva de Lérida tres órganos barrocos, pero fueron destruidos en julio de 1936, durante la guerra. En 1958 se inauguraba uno nuevo, pero al estar producido con materiales de poca calidad –informan en una nota desde el obispado– no duró mucho: en 2014 dejó de funcionar, y desde entonces los fieles de la capital de la comarca del Segrià estaban huérfanos de órgano.

Desde el obispado eran conscientes de la necesidad de contar con uno de estos instrumentos en la seo, ya que es –dicen– «característico de los templos principales y necesario para dar solemnidad a las celebraciones religiosas». Con todo, reparar el órgano antiguo no estaba sobre la mesa, ya que los costes eran «desorbitados», y no se tenía garantía de que el resultado fuera satisfactorio.

Tampoco había recursos para conseguir un órgano nuevo –que costaría unos dos millones de euros–, así que la diócesis pasó al plan C: encontrar uno de segunda mano que se ajustase al espacio y a las condiciones acústicas del templo. «Es una tendencia muy común actualmente en Europa y EEUU», aseguran desde el obispado, e informan de que las gestiones empezaron en abril de 2022.

La solución, no obstante, no estaba en Occidente, sino en el país del Sol Naciente. «Por motivos relacionados con la gestión, Ueno Gauken decidió vender esta sala de conciertos [el Ishibashi Memorial Hall]», explican en el comunicado de la diócesis. La compañía Klais hizo las veces de mediadora, y gracias a su intervención se cerró el pacto: la fundación japonesa cedió gratuitamente el órgano a condición de que los catalanes costeasen el desmontaje, traslado, montaje y armonización.

En búsqueda de fondos

Con todas las partes conformes, el órgano empezó su peregrinación. Primero, un largo viaje en barco desde Japón a Barcelona, pasando por el canal de Suez. La segunda parte fue un traslado por carretera en tres tráileres.

En estos momentos, el Obispado de Lérida está «en conversaciones» con instituciones públicas, empresas y fundaciones de entidades financieras para sufragar parte del coste de la instalación del nuevo órgano.

«Aunque es elevado, queda lejos de lo que habría costado construir un instrumento nuevo», señalan. Según el diario Segre, el gasto total ascendería a unos 500.000 euros, de los que el obispado espera cubrir el 50% con aportaciones públicas o particulares.

El montaje –llevado a cabo por operarios de Klais– durará un mes más, y después faltará otro mes y medio para afinar y armonizar el instrumento, que se ubica a la izquierda del altar principal, sobre el portal del Evangelio. El órgano, de estética neo-barroca, cuenta con 2.278 tubos, mide 9 metros y pesa 13 toneladas.

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