El Papa Francisco, en una imagen de archivo
Iglesia
El mensaje de Francisco que dejó en evidencia al separatismo catalán: «Cuando el cura se mete en política...»
La relación entre el pontífice y la realidad concreta de Cataluña no fue muy estrecha, pero tampoco fue inexistente
El fallecimiento del Papa Francisco también ha tenido eco en Cataluña. Pocas horas después de hacerse pública la noticia, el presidente de la Generalitat, el socialista Salvador Illa, decretaba tres días de luto oficial por la muerte del Santo Padre. Illa, católico confeso, transmitía su pésame en X señalando que las reflexiones de Francisco «a favor de la paz y de los derechos humanos, y su lucha contra las desigualdades siempre serán un referente para millones de personas».
Estos tres días de luto irán de martes a jueves y afectarán a los actos públicos de la Diada de Sant Jordi. En concreto, el gobierno de la Generalitat ha anunciado que se mantendrán los actos vinculados a la promoción de la literatura y la cultura, como la conversación entre Illa y el escritor Javier Cercas –quien, por cierto, acaba de publicar un libro sobre el difunto Papa– pero que «por respeto al duelo oficial se cancelará la presencia en los actos exclusivamente de tipo y formato festivo».
Echando la vista atrás, la relación entre el pontífice argentino y la comunidad autónoma no ha sido precisamente estrecha –al contrario que su antecesor, Benedicto XVI, Francisco no visitó Barcelona–, pero tampoco ha sido nula. Uno de los momentos más tensos en este sentido se vivió durante el procés independentista, cuando los separatistas catalanes trataban de amarrar apoyos internacionales que apoyaran su causa.
En privado, el Papa dejaba claro a quien le preguntase –como al embajador español ante la Santa Sede, Gerardo Bugallo– que rechazaba cualquier movimiento independentista que no estuviera avalado por procesos de descolonización reconocidos. De hecho, según explican tanto el periodista Antoni Puigverd en Ocell de bosc como el líder de Junts, Carles Puigdemont, en sus memorias M’explico, el Vaticano estuvo a punto de emitir un comunicado a favor de la unidad de España tras el referéndum ilegal de octubre de 2017.
Las palabras de Francisco
Esto ocurría de puertas adentro, pero el Papa Francisco también expresó en público su posición política sobre el procés. Lo hizo por primera vez en septiembre de 2021, en una entrevista concedida a la Cadena COPE. Carlos Herrera le preguntó directamente por este tema, y el pontífice apeló al «diálogo» y a la «reconciliación», y pidió a españoles de dentro y fuera de Cataluña que se relacionasen «como hermanos» y no «como enemigos».
La segunda vez que Francisco abordó esta cuestión fue al año siguiente, en diciembre de 2022. En una entrevista para ABC, el Papa pidió a los sacerdotes catalanes que se abstuvieran de meterse en política: «En Cataluña la Iglesia no puede hacer propaganda por un lado o por otro», decía, y añadía que «cuando el cura se mete en política, no va bien».
Sus declaraciones, aparentemente neutras, en realidad iban dirigidas a parte del clero catalán que durante el procés y también después hicieron gala de un proselitismo nacionalista notable, colgando en los templos la senyera o la estelada, así como lazos amarillos o pancartas a favor de los «presos políticos», a veces en el campanario, otras en el altar. Cabe recordar que en 2018 hubo 412 sacerdotes y 38 diáconos que firmaron un manifiesto defendiendo el referéndum ilegal del 1-O.
«Tú eres un pastor. Tienes que ayudar a la gente a que hagas buenas opciones. Acompañar. Pero no ponerse a político. Si quieres hacer política, deja el sacerdocio y métete a político», recriminaba Francisco con dureza en la entrevista, tras lo que recordaba las escenas de sacerdotes animando el independentismo durante la época del terrorismo de ETA en el País Vasco.
Francisco y Gaudí
En un plano más alegre, otro vínculo directo entre Francisco y Cataluña pasa por el genial arquitecto Antoni Gaudí. En 2021, el Papa bendijo la torre de la Virgen María de la Sagrada Familia, y en numerosas ocasiones ha loado la figura del arquitecto, a quien consideraba un «poeta de la piedra» y un artista sacro que a través de sus obras predicaba el Evangelio.
La Sagrada Familia de Barcelona, a la luz del crepúsculo
Tanto es así que uno de sus últimos actos antes de fallecer fue, precisamente, la firma del documento que autorizaba la promulgación de Gaudí como Venerable Siervo de Dios, paso previo a una futura beatificación. A modo de anécdota también cabe recordar que esta pasada Navidad el Papa grabó un vídeo para los fieles de la archidiócesis de Barcelona felicitando las fiestas en catalán: «Bon Nadal a tothom!», decía.
