
Presentación del 'InformeCAT 2025' de Plataforma per la Llengua, este lunes
Educación
La «ONG del catalán» pide que se multe a los profesores que dan clase «impunemente» en español
Plataforma per la Llengua revela que no se ha abierto ni un solo expediente sancionador por vulnerar la inmersión lingüística en tres años
La organización Plataforma per la Llengua ha denunciado la existencia de un «clima de impunidad» en las aulas catalanas tras revelar que el Departament d'Educació de la Generalitat no ha iniciado ningún expediente sancionador contra profesores por no impartir clases en catalán entre 2022 y 2024.
Según datos publicados por RAC1 el pasado 19 de diciembre, al Departament d'Educació «no le consta» que se haya iniciado ningún procedimiento disciplinario contra docentes por incumplir la obligación de dar clase en catalán durante los tres últimos años, pese a que solo el 46,8% de los profesores mantenían el catalán siempre o casi siempre con los alumnos en 2021.
La organización, que se autodenomina defensora de la lengua catalana, considera que esta situación supone «dejar desprotegidos los derechos lingüísticos» y evidencia una «grave dejadez de funciones» por parte de los sucesivos departamentos de enseñanza. En su 14º InformeCAT, la entidad afirma que esta falta de sanciones «contribuye a la degradación simbólica» del catalán y genera «un clima de impunidad».
El contraste resulta llamativo si se compara con otros tipos de sanciones educativas: entre 2022 y 2023, la inspección educativa inició cerca de 130 expedientes sancionadores a profesores por malas prácticas, 41 de los cuales acabaron en sanción. Sin embargo, ninguno estuvo relacionado con el incumplimiento de la inmersión lingüística.
Crisis en las universidades
La situación se agrava en el ámbito universitario, donde solo una de cada diez asignaturas de máster se imparte en catalán. Según estudios de Plataforma per la Llengua en las principales universidades catalanas (UB, UAB, UPF y URL) y valencianas (UV), la docencia en catalán en los másteres oscila entre el 3 % en la Universidad de Valencia y el 18,3 % en la Universidad Ramon Llull.
En contraste, el castellano domina claramente la oferta formativa: en la Universidad de Valencia alcanza el 86,6 % de la docencia de másteres, mientras que en la UPF representa el 61 %. La organización señala que las universidades «priorizan el castellano sobre el inglés para internacionalizarse», contradiciendo el argumento de que el descenso del catalán se debe a la apuesta por el inglés.
Incoherencia social
El informe también destaca una «cierta incoherencia» entre la opinión pública y la realidad lingüística. Mientras que el 82,4 % de los residentes en Cataluña considera importante aprender catalán para progresar profesionalmente y el 65 % cree que entenderlo debería ser un requisito laboral, solo el 8,6 % de los residentes extranjeros hace un uso habitual de la lengua catalana.
El presidente de Plataforma per la Llengua, Òscar Escuder, atribuye esta situación a la «minorización del catalán» y al hecho de que las administraciones públicas «no hagan suficiente» para defender la lengua. La organización también critica que las sanciones por vulneración de derechos lingüísticos solo se impongan en el 6,3 % de los casos denunciados.
Ante esta situación, Plataforma per la Llengua reclama que se impongan multas efectivas a los docentes que incumplan la normativa lingüística, considerando que la actual falta de consecuencias está permitiendo que los profesores den clase en español de forma impune, vulnerando así el modelo de inmersión lingüística catalán.