Uno de los coordinadores de la encuesta, Toni Rodón, junto con el director del Icip, Kristian Herbolzheimer SOCIEDADEuropa Press

Cataluña

Más de la mitad de los catalanes está a favor de endurecer las penas y expulsar a los inmigrantes que delincan

Los jóvenes, más «conservadores»

El 51% de los catalanes considera necesario endurecer las penas y expulsar a los delincuentes inmigrantes como vía para avanzar hacia una sociedad más pacífica, según los resultados de la encuesta sobre convivencia y cohesión en Cataluña 2025 elaborada por el Instituto Catalán Internacional por la Paz (ICIP).

El estudio, presentado este martes por el director del ICIP, Kristian Herbolzheimer, y el politólogo Toni Rodón, se basa en 2.763 entrevistas realizadas entre el 23 de junio y el 23 de julio de 2025 a personas mayores de edad residentes en Cataluña. La muestra se diseñó con cuotas por sexo, edad, territorio (Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona) y nivel educativo.

El informe señala que seis de cada diez encuestados (63%) creen que, para reducir la criminalidad, es preferible endurecer las penas antes que priorizar medidas alternativas a la prisión. Además, un 46% rechaza renunciar a derechos o libertades individuales en nombre de una mayor seguridad.

En relación con la inmigración, el 46% opina que las personas inmigrantes delinquen más que los catalanes, aunque la mayoría mantiene una visión positiva de su aportación social y económica: un 58% cree que la inmigración favorece la economía, y un 57% descarta que la llegada de personas extranjeras ponga en peligro la cultura catalana.

Convivencia y percepción de seguridad

Los catalanes valoran mejor la convivencia en su entorno inmediato, como el municipio o el barrio, con una puntuación media de 6,6 sobre 10; mientras que esta baja a 5,9 cuando se pregunta por el conjunto de Cataluña y a 5,6 en referencia a España.

La percepción de inseguridad se ha incrementado: la mitad de la población cree que la seguridad en su municipio ha empeorado en el último año, cifra que asciende al 64% cuando se habla del conjunto de Cataluña y al 72% al referirse al mundo.

Entre los delitos más comunes que la ciudadanía percibe en su entorno destacan el vandalismo, el tráfico de drogas, los robos en la vía pública o en domicilios y las ocupaciones de viviendas, que un 56% de los encuestados considera «bastante habituales».

Según los responsables del estudio, las personas de mayor edad son las que más valoran la democracia, mientras que cuatro de cada diez jóvenes expresan dudas o desacuerdo con este sistema. Este grupo generacional muestra un giro conservador, ya que tiende a apoyar políticas más punitivas, cuestionar los debates de género y minimizar la gravedad del cambio climático.

A nivel internacional, el 77% de los catalanes considera que la creciente influencia de Estados Unidos representa un riesgo elevado para la paz mundial. Es la primera vez que el ICIP incluye este factor en sus mediciones, reflejando un cambio respecto a 2023, cuando Rusia aparecía como la principal fuente de preocupación geopolítica.

La mayoría de los encuestados prioriza la cooperación internacional, las sanciones económicas y la ayuda al desarrollo como medios más eficaces para preservar la paz, frente al aumento del gasto militar: un 46% rechaza que España eleve su presupuesto de defensa hasta el 2% del PIB.

Polarización y futuro incierto

El estudio también identifica tres temas como los que más dividen a la sociedad catalana: el proceso independentista, la lengua y la inmigración. Aun así, la polarización en torno al procés se ha reducido ligeramente, situándose este año en 6,6 puntos sobre 10, frente al 7,1 de 2022.

El 79% de la ciudadanía percibe que la sociedad catalana ha cambiado en los últimos dos años, y un 71% cree que las nuevas generaciones vivirán peor que sus padres. Para Herbolzheimer, estos resultados son «una señal de alarma, especialmente entre la juventud», aunque apuntó que «todavía hay margen para actuar desde las instituciones».