Puigdemont y SánchezLa Voz

El laberinto catalán

Las balanzas fiscales que Junts exige a Sánchez revelarían que Madrid y Baleares contribuyen más que Cataluña

El objetivo real del independentismo catalán, y del PSC, es que Cataluña no aporte nada a la caja común

La portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, compareció tras la súplica dual de Pedro Sánchez en RAC1 y 2Cat, y entre la lista de peticiones para reemprender el noviazgo entre el presidente del Gobierno y el prófugo expresidente autonómico, citó la publicación de las balanzas fiscales.

Pero ¿qué son las balanzas fiscales? ¿Por qué los independentistas le dan tanta importancia? Una balanza fiscal es la diferencia entre lo que los residentes de un territorio aportan para el sostenimiento de la administración central y el retorno que reciben de ella. Hasta aquí, disponer de esta información no es un problema, pero la cosa se complica cuando se descubre que hay dos métodos para el cálculo de las balanzas fiscales: el de carga-beneficio y el de flujo monetario.

¿Cuál es la diferencia entre ambos métodos de cálculo? El de flujo monetario recoge el gasto de la administración realizado físicamente en la comunidad autónoma analizada y, en cambio, el de carga–beneficio intenta aproximar la distribución territorial de los beneficiarios del gasto que no tiene por qué coincidir con su localización física.

Así, por ejemplo, el gasto en defensa o en política exterior impacta sobre todos los españoles indistintamente del lugar donde vivan, pero si se aplica el sistema de flujo monetario y se hace en concreto en Cataluña, solo se aplicaría en gasto en defensa en el mantenimiento de cuarteles como el Bruc u otros que tuvieran su sede en territorio catalán.

La opción nacionalista

El nacionalismo y las instituciones de Cataluña, gobierne Junts, ERC o el PSC, siempre basan sus cálculos en el sistema de flujo monetario porque ese método es el que les permite mantener el discurso del agravio. Un ejemplo es el corredor mediterráneo, largamente reivindicado tanto por la Comunidad Valenciana como por Cataluña para mejorar la conexión ferroviaria entre ambas comunidades.

Según el sistema de cálculo de flujo monetario, solo debe contabilizarse la inversión que se realice del Ebro hacia el norte, pero es evidente que es un sistema de cálculo erróneo, dado que si la inversión en el corredor termina en el límite entre Tarragona y Castellón este jamás se culminaría, y Barcelona y Valencia seguirían eternamente mal conectadas por tren.

La portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, antes de la rueda de prensaEuropa Press

Las instituciones catalanas a lo largo de todo este siglo siempre han tenido interés en que los catalanes dejen de contribuir a la caja común, ya en el Estatuto de autonomía de 2006 se incluyó una disposición adicional, que anuló el Tribunal Constitucional (TC), que obligaba al Estado a invertir en Cataluña lo mismo que recaudaba.

El TC declaró inconstitucional esa parte del articulado argumentando que una comunidad autónoma no podía condicionar la política del Gobierno central en una materia que es de su competencia exclusiva, como es la política de inversión en obra pública.

Agencia tributaria catalana

Hoy, veinte años más tarde, la propuesta de ERC, aceptada por los socialistas de crear una agencia tributaria catalana que recaude todos los impuestos y luego liquide al Estado una parte de esos ingresos, al estilo del cupo vasco, es el nuevo método ideado para permitir que los catalanes no contribuyan al esfuerzo global de todos los españoles.

El gobierno catalán, con ERC en la presidencia, afirmaba en 2023 que según el sistema de flujo monetario su déficit fiscal era de 20.772 millones de euros, un 9,8% del PIB catalán. Según sus cálculos, Cataluña aporta el 19,3% ingresos de estado y gasto se queda en el 13,6%.

La última vez que el Gobierno central dio datos de las balanzas en carga-beneficio y en flujo monetario, en carga situaba a Madrid en un déficit del 9,13% del PIB a Baleares en un 7,47% y a Cataluña en un 6,55%. Por lo tanto, la Comunidad de Madrid tiene un déficit fiscal 2,58 puntos superior al catalán.

Por flujo monetario, Baleares alcanza un déficit del 14,20% sobre su PIB; Cataluña, del 8,7%; la Comunidad Valenciana, del 6,32%, y Madrid, del 5,57%.