Cientos de personas celebran la Hispanidad en Barcelona: «No nos engañan, Cataluña es España»

Bajo el lema «Barcelona, capital de la Hispanidad», cientos de personas han salido a la calle este domingo 12 de octubre para celebrar la fiesta nacional, en una manifestación sin incidencias convocada por las entidades Cataluña Suma y el Movimiento Cívico Espanya i Catalans. «Hoy es un día de orgullo; para los catalanes, es nuestra verdadera fiesta nacional», defendía el portavoz de los organizadores, Javier Megido.

La concentración ha arrancado frente a la Pedrera, uno de los edificios icónicos de Gaudí. De ahí, entre banderas de España y de casi una veintena de países hispanoamericanos, los manifestantes han bajado por el señorial Paseo de Gracia, hasta desembocar en plaza Cataluña, ambos engalanados por banderas de España colgadas en las farolas.

A pesar de la amenaza constante de lluvia -finalmente han sido apenas unas gotas-, el ambiente ha sido festivo. Al ritmo de la música de Estopa, Paquito el chocolatero o la incombustible Que viva España de Manolo Escobar, avanzaba la cabeza de la manifestación, a la que iban representantes de entidades constitucionalistas, del PP y de Vox.

Los líderes en Cataluña de ambos partidos también estaban presentes en el arranque de la concentración. Así, el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, ha defendido que «ser catalanes es también la mejor manera de ser españoles», y ha loado el «vínculo atlántico» con Hispanoamérica: “Gracias a él se han construido algunas de las páginas más brillantes de la Historia de la cultura universal", ha dicho.

Fernández también ha celebrado el Premio Nobel de la Paz concedido a la opositora venezolana María Corina Machado. Por su parte, el secretario general de Vox y líder de la formación en Cataluña, Ignacio Garriga, ha cargado las tintas contra los gobiernos de Pedro Sánchez y Salvador Illa, a quienes ha acusado de «desnacionalizar» Cataluña.

«Puigdemont es español»

Más atrás, un segmento de la concentración animado por los jóvenes de Vox ponía la nota más enérgica y reivindicativa al acto, con cánticos ya clásicos –como el «yo soy español, español, español»- y otros de cosecha más reciente y con alusiones a la actualidad política, como «Puigdemont es español», «¿Dónde está la flotilla?» e incluso improperios dedicados al presidente del Gobierno.

El líder de Junts, por su parte, ha querido usar esta fecha como excusa para cargar contra España, tirando de mitos y leyenda negra. En un mensaje de X, Puigdemont ha asegurado que una parte importante del mundo hispánico «aún espera que España pida perdón por la conquista y colonización del continente americano».

Volviendo a Barcelona, ante las cámaras de centenares de curiosos, la concentración encarnaba la diversidad unida de la Hispanidad: aquí, un hombre empuñaba una senyera con una mano y la rojigualda en la otra; allá, un joven que portaba la bandera de España a modo de capa bailaba sevillanas sobre el asfalto. En la cola de la concentración, una nutrida representación de artistas bolivianos bailaba danzas típicas, mientras una maja aragonesa les veía pasar.

«No nos engañan, Cataluña es España», entonaban los jóvenes patriotas poco antes de que la concentración desembocara en plaza Cataluña, donde varias entidades -entre ellas, Sociedad Civil Catalana o S’ha Acabat!- habían colocado carpas informativas.

El acto ha concluido con una serie de parlamentos, incluido uno particularmente aplaudido que ironizaba con la tolerancia de la izquierda hacia las identidades LGTB pero su «feroz cerrazón» con la identidad nacional en Cataluña. «En lo que toca al ámbito catalán, no hay más que un sexo: el nacionalista… ¿Acaso lo que vale para la bisexualidad no vale para el bilingüismo?», reflexionaba el ponente.