En Gaia Loterías se celebra el «Calvofest», el festival de los calvosCaptura de pantalla del instagram de Gaia Loterías

El «Calvos Fest» se consolida como cita navideña en Sant Boi (Barcelona)

Un sorteo exclusivo para calvos que ya es tradición prenavideña

Sant Boi de Llobregat ha vuelto a vivir una estampa tan insólita como entrañable con la celebración del «Calvos Fest», un sorteo de Lotería de Navidad reservado en exclusiva a personas calvas que organiza por segundo año consecutivo la Administración de Loterías Nº 5, conocida como Gaia Loterías. Lejos de quedarse en una ocurrencia aislada, la iniciativa se ha convertido en uno de los actos más singulares del calendario navideño del municipio barcelonés, con una participación creciente y un notable arraigo entre los vecinos.

Más de 70 calvos para 30 décimos

La convocatoria de este año reunió a primera hora de la mañana a más de 70 personas alopécicas ante las puertas de Gaia Loterías, todas ellas dispuestas a probar suerte en un sorteo tan restringido como llamativo. La mecánica es sencilla: la administración reserva 30 décimos de la Lotería de Navidad que se rifan únicamente entre quienes acuden puntualmente a las 9:00 horas y cumplen la condición de ser calvos.

El trasfondo de la propuesta apela a una superstición muy arraigada: la creencia de que frotar los décimos sobre una cabeza sin pelo atrae la fortuna. Con este festival, los organizadores buscan «devolver la suerte» a quienes durante años han prestado su calva para estos rituales, convirtiéndoles en protagonistas y no solo en soporte de la superstición ajena.

Música, peluquero y un ambiente en clave de barrio

El «Calvos Fest» ha ganado peso también en su vertiente lúdica. En esta edición, el encuentro contó con un DJ calvo encargado de poner música desde primera hora, animando una mañana fría pero festiva. A ello se sumó la presencia de un peluquero que ofrecía rapar al cero a quienes quisieran participar pese a conservar todavía el cabello, dando así la oportunidad de entrar en el sorteo a quienes asumieran el cambio de imagen sobre la marcha.

La escena, a las puertas de la administración, mezclaba humor, curiosidad y espíritu comunitario: calvos veteranos, recién rapados, vecinos que se acercaban a mirar y familias que aprovechaban para vivir un momento distinto en el arranque de la temporada navideña. Lo que empezó como un gesto simpático se ha convertido, en apenas dos años, en un pequeño festival de barrio que muchos marcan ya en su agenda.

La «cesión de calva», un servicio con fechas marcadas

El sorteo central no agota la propuesta. Siguiendo la fórmula estrenada el año pasado, Gaia Loterías prolongará la experiencia durante varias jornadas de diciembre, ofreciendo la posibilidad de frotar los décimos sobre la cabeza de un «calvo oficial» puesto a disposición de los clientes. Quienes confían en estos gestos simbólicos podrán acudir los días 10, 11, 12, 17 y 18 por la mañana, así como los días 15 y 16 tanto en horario de mañana como de tarde.

Esta «cesión de calva» se ha incorporado ya al imaginario festivo de Sant Boi: vecinos y visitantes se acercan expresamente para realizar el ritual antes de comprar sus números o justo después, con la esperanza de sumar un punto extra de fortuna de cara al gran sorteo de Navidad. La imagen del calvo «oficial» es ya un reclamo más en la puerta de la administración.

Gaia Loterías, una administración marcada por la fortuna

El auge del «Calvos Fest» se entiende también a la luz del historial de Gaia Loterías. Fundada en 1987, esta administración se ha consolidado como una de las más afortunadas de Cataluña. El año pasado fue la que más millones repartió de la Lotería de Navidad en la provincia de Barcelona y vendió además un segundo premio especialmente repartido entre sus clientes.

A lo largo de su trayectoria, Gaia Loterías ha entregado en varias ocasiones el primer premio de la Lotería Nacional, además de numerosos premios importantes en otros sorteos, lo que refuerza su fama entre los jugadores habituales. En coherencia con esa reputación, la decisión de mantener un calvo disponible para que los compradores puedan frotar sus décimos en los días previos al sorteo se presenta como un guiño simpático a la tradición popular y, al mismo tiempo, como una forma de fortalecer el vínculo entre el comercio local y la vida social de Sant Boi de Llobregat.