El belén más especial de Cataluña: 200 edificios hechos a mano y escondido en un bosque de Gerona

En medio del silencio del bosque de Cartellà, en el municipio gerundense de Sant Gregori, se esconde uno de los belenes más sorprendentes y duraderos de Cataluña. Se trata del Belén de Can Roseta, una instalación de más de 200 representaciones en miniatura de monumentos emblemáticos, antiguos oficios y escenas tradicionales del Nacimiento, que este año conmemora su vigésimo sexto aniversario.

Detrás de esta obra monumental se encuentra Remei Mulleras, una vecina que comenzó el proyecto hace más de cincuenta años con la sencilla intención de crear un pequeño museo al aire libre. Con paciencia y habilidad artesanal, ha levantado un conjunto de 800 metros cuadrados donde el visitante puede reconocer desde la Sagrada Familia hasta los puentes de Girona o las creaciones inspiradas en Miró, todo elaborado con corcho, piedra y materiales naturales.

«Cada año, y muchas veces por sugerencia de quienes vienen a verlo, intento añadir algo nuevo. Dije que haría cincuenta monumentos catalanes, y ahora ya hay más de doscientos», explicaba Mulleras en declaraciones recogidas por La Vanguardia.

El recorrido, totalmente accesible y gratuito, solo requiere cita previa, y la entrada funciona mediante la voluntad de los visitantes, signo de un espíritu solidario que mantiene viva la tradición navideña y el valor del trabajo hecho a mano. Los grupos organizados a través de agencias turísticas aportan la contribución que fijen dichas empresas, mientras el aparcamiento continúa siendo libre.

En tiempos de celebraciones uniformes y decoraciones efímeras, el Belén de Can Roseta recuerda que la artesanía, la fe y la paciencia son todavía capaces de transformar un pequeño rincón del bosque en un ejemplo vivo del patrimonio cultural catalán.